Chile ha logrado importantes avances en su desarrollo tecnológico gracias a un sostenido impulso del Gobierno por sistematizar una política científico-tecnológica que se inicia en la década de los 90, y que se ha implementado a través de iniciativas complementarias: el Programa de Ciencia y Tecnología, el Programa de Innovación Tecnológica y en la actualidad el Programa Chile Innova.

El Programa de Ciencia y Tecnología (1992-1995) se gestó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y lo ejecutaron los Ministerios de Economía y Educación, a través de instrumentos que se canalizaron a distintos actores del sistema nacional de ciencia y tecnología, con énfasis en la investigación científico-académica, el desarrollo y la innovación tecnológica.

Luego surgió el Programa de Innovación Tecnológica (1996-2000), que tuvo diferencias importantes con el precedente, ya que se financió en su totalidad con recursos nacionales y se focalizó en la innovación tecnológica.

Entre sus propósitos estuvo incrementar el rol de las empresas privadas en las actividades de innovación tecnológica, apoyar acciones de transferencia tecnológica de alto impacto y fortalecer la infraestructura tecnológica y de información. También a orientar la investigación y desarrollo hacia la innovación y apoyar la modernización de las instituciones públicas y el perfeccionamiento de los instrumentos relacionados con el impulso y difusión de la innovación tecnológica en Chile.

Ambas iniciativas aportaron una amplia gama de instrumentos de política, experiencias y lecciones que contribuyeron a lograr destacables avances en el desarrollo de la innovación en el sector productivo, destacándose una evolución en la visión, desde un apoyo a iniciativas de innovación que actuaban horizontalmente, sin discriminación, a una visión enfocada progresivamente a apoyar áreas de particular relevancia para la competitividad de la economía nacional.

Sin abandonar la línea emprendida en los noventa y nuevamente con aportes del BID y el propio Estado, nace el Programa Chile Innova (2001 –2005), transformándose en uno de los ejes de la política tecnológica, en un momento en que el país requiere realizar esos esfuerzos especiales en las áreas que definirán su desarrollo tecnológico y productivo en el largo plazo.

Chile Innova es un nuevo impulso en política tecnológica, la continuación de esfuerzos realizados por más de una década, y el camino hacia un Chile más competitivo.

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