Algunos tips antes de partir a emprender a Silicon Valley

Conversamos con algunas personas desde acá, vivimos la experiencia de cerca allá y es interesante saber algunas cosas si es que están pensando en partir.

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Hace poco tuve la suerte de poder participar en una gran feria de emprendimiento en San Francisco, California. TechCrunch Disrupt con nuestro proyecto: Supermanket.

Nuestro foco: Entender  si es que la idea era aceptada por los usuarios de allá y ver si es que podíamos conseguir un inversionista que nos permitiese expandirnos a Estados Unidos.

Conversamos con algunas personas desde acá, vivimos la experiencia de cerca allá y es interesante saber algunas cosas si es que están pensando en partir.

Cómo captar a un inversionista

Este fue nuestro primer escollo. Y la verdad es que fracasamos rotundamente.  Pudimos “descifrar” el mail de varios inversionistas de Silicon Valley a través de una combinación de una búsqueda en Google más la utilización de una herramienta llamada Rapportive (Un add-on que se le pone a Gmail), así que teníamos como 20 mails para enviar. Sin embargo, la respuesta a los mails fue casi nula.

Pronto aprendimos que hay que cumplir ciertas condiciones para recién ir a sentarte frente a un inversionista en Estados Unidos:

  • Ser referido por alguien de confianza que diga que eres un gran emprendedor  o que tienes un gran proyecto.
  • Vivir en Estados Unidos por al menos desde hace 6 meses. A los inversionistas les gusta tener a los proyectos en que invierten cerca de sus oficinas, a lo más a una hora de lejanía manejando.

Otra opción es que tu tracción sea tan monstruosa que seas de interés sólo por lo atractivo de tu negocio. Al menos lo que nos dijeron es que con un millón de usuarios ya te vienen a buscar.

He conocido casos de gente que ha levantado inversión en rondas de un mes de viaje, pero generalmente son casos con mucho potencial y a quiénes ya les han puesto capital en sus respectivos países. Como es de esperar, si otro creyó en ti previamente, será más fácil convencer a los siguientes.

Desmitificando al emprendedor de Silicon Valley

Cuando partimos tenía a los emprendedores de Silicon Valley en un altar. Seguramente serían tipos con mucha creatividad, obsesión y un  millón de proyectos encima.

De la obsesión no puedo opinar, pero sí puedo decir que los proyectos que se mostraron no eran nada que no se le pudiese ocurrir a cualquiera de los que interactuamos en esta columna. En serio. Nada que envidiar en cuanto a creatividad. No quiero ser peyorativo con esto, al contrario, creo que fue una gran revelación en cuánto a que la gran diferencia no pasa por ahí, sino que tiene que ver con el error (Lo cuál ya no es casi misterio). Los emprendedores de Silicon Valley hacen mucho más de lo que dicen, por eso, con cada iteración se acercan más al sueño que tenían en mente.  Por ende, cuando llegan a estas competencias y a hablar con un inversionista, tienen un producto ya refinado.

Al parecer no hay mucho secreto en este punto, es un juego que se basa en tratar muchas veces muy rápido.

Otra cosa es que, a pesar de que el marketing es uno de los fuertes de los emprendedores de Estados Unidos, era muy común el encontrarse con productos y servicios con slogans confusos y propuestas de valor no del todo claras. Fue así como notamos que los emprendimientos que mayor simpleza mostraban eran los más atractivos para transeúntes, prensa e inversionistas. Como siempre “menos es más”.

Ese fue nuestro caso. No teníamos más que un pendón con el logo de Supermanket y el slogan “Where women are clients and men are products”, versus los stands donde invirtieron al menos USD$5.000 en modelos e ítems a regalar . Fuimos uno de los stands más visitados y destacados por uno de los blogs de tecnología más famosos del mundo: Mashable.com.

Mi consejo es tener un slogan sugerente, un nombre que sea utilizable en varios idiomas y que ojalá tenga relación con el negocio en el que están.

¿Cuándo partir?

La verdad es que no hay receta, pero sí hay ciertos puntos que se repitieron con varias experiencias que conocí.

Si tienes el capital suficiente para sobrevivir en Estados Unidos, es mejor irse inmediatamente a desarrollar lo más rápido posible allá. La experiencia, contactos y efectos que podrías tener en LATAM se multiplican por 10 si estás en California. Sin embargo, estar allá no es barato. Debes pensar en al menos USD$4.000 para vivir tranquilo.  También es buena idea llevar un equipo de trabajo contigo y no intentar armarlo allá. Un desarrollador bueno puede llegar a costar USD$12.000 al mes.

La otra posibilidad es la que se ve más comúnmente para los emprendedores latinoamericanos. Chile es un muy buen lugar para partir por el momento económico y de emprendimiento que está viviendo, además de ser un muy buen laboratorio: No es tan grande como para que un error sea irreparable y tiene un gran nivel de penetración web que permite testear estos negocios muy rápido. En general, la estrategia para llegar a Estados Unidos es: Sacar un MVP (Minimum viable product) muy rápido, testear la propuesta de valor, desarrollar mejoras, testear el modelo de ingresos, y si se tiene una buena recepción, buscar inversionistas locales que permitan llegar a Estados Unidos. Una vez allá, escalar el proyecto a  nivel global para llevarlo a un siguiente punto de inversión, ya en Estados Unidos.

Como dije anteriormente, no hay receta o una verdad absoluta, así que cualquier opinión o experiencia acerca de cuál es la mejor estrategia, bienvenida sea para discutirla.

Columna publicada originalmente en La Tercera (24/10/2012)

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