La intención no es suficiente para innovar

Este año, todas las empresas están llamadas a innovar. Desde el gobierno que declaró al 2013 como el año de la innovación hasta el microempresario, pasando por las Pymes. Es hora de que los emprendimientos se transformen en innovaciones, dándose a conocer y abriendo mercados.

Todos pueden y deben subirse a la ola de la innovación, buscando  las necesidades del mercado, haciendo lo que se sabe hacer y creando alianzas que permitan fortalecer el potencial que se tiene, pero todo ello con procesos definidos y disponibilidad de recursos.

En el sector TI mucho se habla de innovación y se cree que es una industria innovadora porque siempre está trayendo nuevas tecnologías. Sin embargo, eso no es necesariamente innovación. Ésta es crear a partir de una idea un nuevo producto y servicio y, lo más importarte, llevarlo al mercado.

Las empresas no sólo requieren la intención de innovar, sino que deben estar preparadas para hacerlo. Deben tener procesos maduros para apoyar esa estrategia, esa nueva forma de hacer negocios. No es posible innovar, por ejemplo, en un entorno burocrático o en otro donde no estén disponibles los fondos para apoyar las ideas; tampoco donde no se potencia el capital humano.

Un proceso de innovación contempla pruebas de conceptos, prototipos, documentación y metodología tales que posibiliten procesos más rápidos, expeditos y eficientes para transformar una idea en un producto o servicio.

La innovación da el espacio para que las personas exploten su potencial y den a conocer sus máximas capacidades; lo nuevo que pueden aportar. Por lo mismo, el capital humano es clave. Para lograr innovar, las empresas tienen que incluir a todas las personas de manera transversal, creando instancias, espacios y procedimientos para ello. La innovación sin las personas no existe.

Este año, como ha sido denominado de la innovación, se vuelve imperativo aprovechar todas las oportunidades que se entregan para promover y potenciar la innovación como eje de desarrollo y crecimiento. Los que aún no están inmersos en esta dinámica, nunca es tarde para comenzar; los que ya lo hicieron, ya es hora de cosechar los frutos.

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