Innovar es creatividad, conocimiento, riesgo. Innovar es encontrar caminos o formas nuevas para adelantarse. Innovar es generar respuestas nuevas a problemas productivos que se presentan en la economía. Innovar genera riqueza, tanto para los individuos como para los países. Innovar es un buen negocio. Innovar es doblemente eficaz en tiempos de crisis. Pero lo más importante es que innovar es un proceso que nos concierne a todos, y requiere un esfuerzo constante.

Se dice que Chile es un país conservador, que tiene carácter pesimista, melancólico y soñador, producto de la naturaleza voluptuosa y llena de recursos que lo rodea y que han dado dulces frutos en la poesía, pero no tantos innovadores en el ámbito económico.

A pesar de tales afirmaciones, Chile sí puede innovar, sí puede ser creativo, sí puede avanzar y trazar caminos nuevos. Y así lo ha demostrado la industria del salmón o la industria vitivinícola, cuyas innovaciones en materia de productos y procesos las han situado como líderes en los mercados mundiales.

Para que todas las industrias del país aceleren la aplicación de nuevas tecnologías, es necesario trabajar en redes y aumentar la capacidad de emprender, valorar a quienes se arriesgan, tanto como a quienes reemprenden después de un intento fallido.

Es el momento de integrar la creatividad, promover la ciencia, valorar el conocimiento y de destacar la excelencia.

El Gobierno, a través de su Política Nacional de Innovación para la Competitividad, busca generar este ambiente de interacción, cooperación y apoyo, que genere Cultura pro innovación y pro emprendimiento. Ésta será la base del desarrollo de Chile, en un mercado global cada día más competitivo.

Plan de acción 2008 – 2010