VII. MODELOS DE COMPORTAMIENTO

Esta parte del trabajo supone que los establecimientos deciden invertir en calidad y gestión productiva en función de la oportunidad tecnológica a la que se enfrentan y  la magnitud de los efectos spillovers  existentes a nivel industrial. 
Dados los datos disponibles, solamente es posible construir variables proxis  para la oportunidad tecnológica, la cual depende en parte de la oferta de conocimientos disponibles por parte del establecimiento. Una primera fuente de estos conocimientos es de origen interno y se vincula a la posición que la oportunidad tecnológica ocupa a lo largo de su propia curva de aprendizaje. Para este caso, una variable proxi del aprendizaje será la edad de la planta (E). Como se supone que existen rendimientos decrecientes a la experiencia, se espera que la elasticidad de esta variable sea menor a uno.
Sin embargo, no sólo de fuentes internas se nutre el conocimiento de la empresa. También cuenta la absorción que ésta realiza de  conocimientos externos provenientes de la frontera internacional. La literatura sobre comercio internacional y crecimiento económico basada en evidencia empírica, afirma la existencia de una correlación positiva entre apertura y crecimiento económico . De esta evidencia se desprende que hay una capacidad empresarial de absorber conocimiento de la frontera tecnológica. Una buena medida del grado en que la empresa captura los conocimientos disponibles a nivel internacional, es su intensidad exportadora, definida como la razón exportaciones a ventas (XR). 
Finalmente, la oportunidad tecnológica también está relacionada con la naturaleza complementaria del conocimiento incorporado en los bienes de inversión, y con el conocimiento desincorporado que existe al interior de la empresa. Ello, debido a que la industria necesita realizar adaptaciones no menores en la maquinaria y equipos adquiridos, para ajustarlas a la naturaleza propia de sus operaciones . Dado lo anterior, la variable que quizás mejor recoge esta naturaleza adaptativa del esfuerzo tecnológico sea la razón inversiones a ventas (INVR).  
La magnitud de la apropiabilidad (AP) será capturada mediante la definición de dos variables relacionadas con la estructura de mercado. La primera es el Indice de Herfindall (H), que refleja el número de empresas de igual tamaño existente en el sector, con una desagregación a cuatro dígitos. La segunda corresponde al Coeficiente de Concentración de las Ventas en las cuatro mayores empresas del sector, también con una desagregación a cuatro dígitos (C4).
No obstante, los modelos anteriores encierran probablemente una debilidad: suponer que los mercados de factores funcionan en forma perfecta. Como ello no es así en la realidad, conviene tener en cuenta esta restricción. 
El trabajo ha incorporado una variable que refleja el financiamiento bancario obtenido por la firma para fines de innovación. Esto permitirá tener una medida más clara del efecto causado por la restricción de liquidez sobre las empresas. De este modo, toda vez que haya sustitución de recursos propios por financiamiento externo -cuando ésta sea menor a uno-, la inversión total aumentará con el financiamiento bancario (BANCO).   
También se agrega una variable que refleja la presencia de financiamiento público. Siguiendo a Shrieves (1978), el financiamiento estatal de las inversiones en innovación puede en ocasiones afectar los recursos privados canalizados a este fin. Podría, por ejemplo, pensarse que una innovación materializada mediante un contrato gubernamental (Fontec) desplaza a una inversión financiada con capitales privados, con lo cual se daría una relación inversamente proporcional entre gasto privado y financiamiento público. Una explicación de este fenómeno estaría en que la intervención del gobierno afecta en forma negativa a la apropiabilidad, sea mediante restricciones formales (como licenciamiento obligatorio) o informales (entrega de planos, diseños, etcétera ). 
Pero, también, la participación del gobierno puede alterar favorablemente el patrón ‘riesgo/retorno’ de los fondos privados, incentivando una mayor inversión por parte de la empresa. Otra posibilidad es que los contratos gubernamentales permitan a la industria alcanzar un umbral de eficiencia mínima de inversión, más allá del cual se generan significativas economías de escala, las cuales son posibles de ser explotadas mediante la inversión de fondos privados.
En síntesis, aunque diversos factores afectan de manera positiva o negativa el impacto del financiamiento público sobre la innovación industrial, sólo empíricamente podrá ser determinado el efecto neto. Con este propósito, se resolvió introducir una variable correspondiente a la razón del financiamiento público obtenido a las ventas (PUBLICO).  
Dado que la oportunidad tecnológica varía según el sector productivo, se consideró conveniente estimar modelos de comportamientos mediante efectos fijos que contemplen la existencia de diferentes regímenes tecnológicos. Winter (1984) plantea que cuando las innovaciones de las empresas emanan de  distintos regímenes tecnológicos, toda diferencia en los parámetros arrojados por las variables antes citadas debe ser considerada como una confirmación de esta hipótesis. 
Los resultados obtenidos corroboran el modelo antes presentado. 

  • La variable ‘edad’ es estadísticamente significativa y positiva, con una elasticidad estimada entre (0.12-0.22). Ello revela la existencia en la industria de factores internos relevantes relacionados con las economías de aprendizaje. Asimismo, el hecho de que el coeficiente sea menor a uno, sugiere que hay rendimientos decrecientes o ‘saturación’ en la curva de aprendizaje.
  • Por otro lado, la variable exportaciones es siempre positiva y estadísticamente significativa, presentando una elasticidad elevada, que oscila entre (0.60-0.72). Ello permite deducir que las exportaciones tendrían elevados impactos sobre el gasto -posterior- en gestión y calidad. O, lo que es igual, que la política de ‘promoción de exportaciones’ podría ser calificada como una de ‘second best’ para fomentar las inversiones privadas en innovación.
  • La variable inversión es siempre positiva, fluctuando entre un rango (0.29-0.46), pero nunca resulta estadísticamente significativa. Por tanto, la idea de que existe un componente adaptativo de la oportunidad tecnológica, no es avalada por estas estimaciones. 
  • La variable que recoge la existencia del financiamiento bancario ha resultado estadísticamente significativa, y negativa. Pero el coeficiente de sustitución presenta una elasticidad más bien baja. Ello sugiere que las empresas son relativamente diversificadoras de riesgo, pero que este factor no compensa en su totalidad el financiamiento bancario. En consecuencia, si el financiamiento bancario se incrementa en un determinado porcentaje, el gasto total sube, aunque no proporcionalmente.
  • La variable que representa el financiamiento público muestra un coeficiente en el rango (-0.07, -0.13), valores que resultan estadísticamente significativos. Ello refuerza la evidencia a favor de la sustitución antes que de complementariedad. Sin embargo, el hecho de que el coeficiente de compensación sea menor a uno, revela que el gasto total se incrementará menos que proporcionalmente con el financiamiento público.    
La significancia de las variables sectoriales incorporadas al análisis valida la presencia de por lo menos tres regímenes tecnológicos. Es decir, la existencia de factores idiosincráticos propios de los sectores más atrasados indica un comportamiento innovador ‘más desfavorable’ del esperado conforme a los niveles de las variables explicativas utilizadas. Tales factores son específicos, no capturados en el modelo.
A su vez, la significancia del índice de concentración corrobora la existencia de problemas de apropiabilidad al interior de la estructura industrial. Estas dificultades inducen a un nivel de inversión en innovación menor en alrededor del 20% al que correspondería en una situación de perfecta apropiabilidad por parte de las empresas. Aunque este resultado es pertinente a la forma cómo se ha medido la concentración, la utilización del índice C4 (concentración en las cuatro más grandes de la industria, desagregada a cuatro dígitos) también revela un problema similar de apropiabilidad, si bien con niveles muy superiores.   
Otro indicador extraído de este ejercicio es la probabilidad de invertir en gestión y calidad, en la cual influyen favorablemente los factores de edad del establecimiento, las exportaciones, la concentración (en cualesquiera de sus dos formas), la pertenencia a los sectores intermedios y dinámicos, y el tamaño de la industria.  Este resultado permite, en primer lugar, comprobar el hecho de que hay costos de ‘escala mínima’ eficiente para invertir en innovación. 
La gran relevancia que adquiere en la muestra la variable tamaño, indica que -dada una tasa óptima de inversión- el monto total dependerá de la escala de la planta: a mayor tamaño del establecimiento, mayor será el gasto absoluto y la probabilidad de superar el umbral mínimo. También se desprende que la probabilidad de superar el umbral mínimo es similar para los sectores intermedios y avanzados, pero no para los sectores atrasados: éstos enfrentan mayores problemas para superar el umbral mínimo, pero -cuando lo superan- las empresas de este grupo incurren en menores niveles de gasto.