VIII. CONCLUSIONES 

El fenómeno innovativo es de una naturaleza compleja y presenta numerosas dimensiones. Prueba de ello es que las empresas más innovadoras son también quienes presentan mejores desempeños en materia de calidad, innovaciones de procesos, políticas de recursos humanos más desarrolladas y un mayor grado de normalización. Todo lo anterior permite derivar la existencia de factores estructurales comunes a cada una de éstas. 
Cada uno de estos desempeños aparece mucho más vinculado a la intensidad de las inversiones en capacitación, que a las inversiones en gestión y calidad declaradas. Dado el grado de error advertido en estas últimas, podría ser importante monitorearlas para evaluar cómo evoluciona el país en materia de innovación de gestión, calidad y normalización. 
Las políticas públicas mejor evaluadas y más asociadas al buen comportamiento de las empresas se relacionan con el fortalecimiento del sistema de normalización y a la calidad -específicamente, en cuanto a difusión de normas existentes, generación de nuevas normas e indicadores de productividad (en orden de importancia). 
El comportamiento de las empresas varía según la escala productiva y el sector, pero predomina la heterogeneidad sectorial. Analizadas según su tamaño, las empresas del nivel medio (50 a 200 trabajadores) aparecen levemente más dinámicas. Vistas sectorialmente, los estratos de mayor dinamismo son los relacionados con recursos naturales (conglomerado celulosa-papel-imprentas), procesos continuos (química básica) y una parte del sector textil. Este último exhibe una gran heterogeneidad: subsectores como hilados, calzado y cueros no figuran con un dinamismo ‘de punta’, pero sí el de confecciones. 
Los factores estructurales de mayor importancia relacionados con el desempeño innovador se asocian a la edad de las plantas y a su grado de internacionalización productiva (presencia en los mercados mundiales). Este hecho es todo un hallazgo, que por sí mismo justifica las políticas de promoción de exportaciones (como las de second best). 
De igual relevancia es la constatación de que -aun en una economía pequeña y abierta al comercio mundial- el grado de monopolio es importante. Ello indica que el grado de contestabilidad externa promedio puede ser relevante para ciertos niveles de tamaño de mercado -por debajo de los cuales las amenazas externas se diluyen, lo cual trasforma en una ventaja el hecho de ser pequeño. También confirma la importancia del tema de la apropiabilidad: su presencia disminuye en un 20% (respecto de las ventas) el nivel de gasto promedio en innovación respecto del que habría en condiciones de apropiabilidad perfecta. 
Finalmente, las empresas son en sí mismas diversificadoras de riesgo: su acceso al financiamiento bancario eleva el gasto total, pero reduce el nivel de gasto privado. Similar comportamiento se aprecia en el caso de financiamiento público: la presencia del Estado (con los problemas de apropiabilidad asociados) contribuye más a la diversificación empresarial (sustituyendo levemente al gasto propio), que a influir sobre la magnitud de la combinación riesgo-retorno,  o de la productividad de aquella inversión que estimule un mayor gasto privado.