6. CONCLUSIÓN

Se ha logrado identificar un aporte real de los Fondos Tecnológicos a la gestión ambiental nacional a través de los proyectos financiados. El aporte es diverso en cuanto a las áreas cubiertas y en lo relativo a los niveles de “modernidad” de sus enfoques. Las áreas identificadas abarcan el uso de los medios (agua, aire, suelo) , la gestión de los recursos naturales (forestales, agrícolas, pesqueros y mineros) , el fortalecimiento institucional y la gestión de residuos. 

Para ello se ha construido una matriz conceptual de doble entrada, diseñada y estrictamente basada en la concepción hoy en día vigente en materia de gestión ambiental y de recursos naturales en Chile, de modo tal que aplicada a proyectos tecnológicos permitió establecer: 

1. Si tienen componente ambiental; y 

2. Qué área de la gestión ambiental es predominante en esos proyectos. 

Utilizando esta matriz se ha concluido que menos del 15% de los más de 1.100 proyectos analizados -financiados por los Fondos Tecnológicos- podría definirse como ambientales o como proyectos que incorporan aspectos ambientales. 

Resulta difícil entregar una explicación para esta situación. Sin información respecto a la representación relativa de otras áreas no es posible adjudicarle a los proyectos calificados como ambientales una baja o alta representatividad en el total. La única cifra que se puede manejar y que podría servir como elemento de comparación, se refiere al número de estudios financiados por CONAMA desde 1991-92 hasta 1998. Ese valor es de alrededor de 140 estudios por un total de aproximadamente U$ 30 millones . 

Otras áreas presentes en los Fondos podrían analizarse a través de matrices homólogas, a fin de poder realizar comparaciones metodológicamente más validas. 

En cuanto a la representación por categorías de proyectos, salta a la vista que las áreas más representadas son las de Recursos Naturales, lo que podría explicarse por el propósito de algunos Fondos de apoyar a algunos institutos CORFO como el CIREN y el INFOR, lo que sesgaría la asignación de recursos hacia esas áreas, al menos desde 1995. 

Se debe destacar también la ausencia de proyectos relacionados con la protección del hábitat urbano, componente hoy en día muy relevante en la gestión ambiental en Chile. 

Por último, en lo que se refiere a la relevancia de los proyectos identificados como ambientales, desde el punto de vista de su contingencia y de su repercusión en la gestión ambiental nacional, se concluye -considerando a los proyectos en su conjunto y sin discriminar por contingencia- que la mayoría de los proyectos tienen efectos directos (70%). De manera general, la mayoría de los proyectos (68%) se considera que tendrán efectos en el mediano plazo, sin discriminar por efectos. 

Por otra parte, cada uno de los Fondos analizados ha financiado proyectos de carácter ambiental, aunque en proporciones distintas. Destacan el FONTEC y el FONDEF, lo cual no es extraño, ya que se trata de los Fondos que más proyectos aportan al listado original. Sin embargo, si se analizan las participaciones relativas de los Fondos en el listado original de los proyectos (1143 proyectos), versus su participación en el listado de proyectos ambientales, se puede ver que el FDI y el FONDEF son los dos Fondos que más proyectos ambientales aportan en relación a su participación en los listados originales, desde un 6.6 a un 20.1% y desde un 18 a un 32.1 %, respectivamente. 

Por otra parte, también se concluye que los Fondos cubren aspectos significativos de la gestión ambiental, ya que más del 60% de los proyectos se asigna a niveles de Punta o Avanzados de las áreas ambientales identificadas. En el extremo opuesto, menos del 7% toca aspectos considerados básicos en gestión ambiental.