EL MERCADO DE LAS REDES DE INFORMACIÓN EN CHILE: ANÁLISIS Y EVALUACIÓN.

    2. El Mercado Chileno

    2.1. Configuración Física de la red Internet Chilena.

    La red chilena presenta las siguientes características:

    1. Está concentrada en Santiago; la mayoría de los proveedores se ubican en la Región Metropolitana. De ello resulta que hasta hace poco el costo de conectarse a la red incluía el costo de la llamada de larga distancia entre Santiago y la ciudad desde donde se conectaba el usuario. Sin embargo, CTC ha brindado, desde hace aproximadamente un año, un servicio a los proveedores de Conectividad, denominado Infovia, que les permite ofrecer una conexión Internet con acceso local. Este servicio consiste en atribuir números telefónicos a la empresa proveedora y el tráfico originado por estos números está cursado a Santiago como si fuera una llamada local. Cuando un cliente de la empresa proveedora se conecta a Internet, marca uno de estos números y paga solamente el precio de una llamada local.

    2. La red chilena no está estructurada en torno a una espina dorsal, o sea a un troncal al que se pueden conectar otras redes. Reuna proyecta invertir junto con CTC Mundo, en un troncal que atravesaría el país de Norte a Sur. Este troncal, sin embargo, no es propiamente tal una espina dorsal, ya que los otros proveedores no tendrán la posibilidad de conectarse a este troncal.

    3. No todos los proveedores de conectividad a Internet se encuentran interconectados en Chile. Sin embargo, cabe mencionar el esfuerzo reciente de algunos proveedores para crear un NAP (Network Access Point). Para mayores detalles, véase www.nap.cl.

    4. Todavía el ancho de banda requerido es bajo. La mayor parte de la empresas conectadas de manera permanente piden un ancho de banda de 64 Kbps; pero se observa una demanda creciente por mayor velocidad (2 Mbps).

    El gráfico siguiente visualiza los enlaces de transmisión necesarios para conectarse a Internet. Cabe señalar que la calidad del servicio de Internet depende entre otro de la calidad de estas conexiones: (15)

    2.2. El Mercado Chileno: Principales Antecedentes.

    2.2.1. La Demanda y la Oferta de Servicio de Conectividad Internet: Algunas Cifras.

    a. Una Demanda Todavía muy Incipiente.

    Las cifras referentes a la demanda muestran que distamos de haber alcanzado la masa crítica que profesionales del sector estiman en unos 70.000 usuarios conectados. En julio de 1996 en Chile se estimaban entre 60.000 y 90.000 usuarios de la red, incluyendo a los estudiantes universitarios. Sin embargo, conviene distinguir entre usuarios que tienen acceso a la red y número de conexiones, ya que cada cuenta puede estar usada por varias personas. En julio de 1996, (16) se estimaba un total de 6.380 accesos telefónicos (17) que se repartían de la siguiente forma: un 40,1% de las cuentas eran de propiedad de empresas, instituciones y organismos del Estado, mientras que el 59,9% restante pertenecían a personas naturales.(18) En junio de 1997, estimaciones de profesionales dan un total de alrededor de 10.000 clientes conmutados, lo que equivale a un incremento en más de un 50%. Por otra parte el número de personas conectadas de manera permanente se elevaba en junio 1997 a 230 instituciones.(19)

    Una segunda dimensión de la demanda lo constituye el tráfico cursado hacia Internet Global. En julio 1996 (Utreras, 1996), se estimaba en 225 Megabytes y se calculaba un crecimiento de 3,5 veces al año.

    Otra forma de apreciar el uso de Internet es a través de la medición de las aplicaciones a las que se pueden acceder en Chile. En agosto de 1996 el número de los servicios WWW se elevaba a 339 (Utreras, 1996). En junio de 1997 (20), se estiman en 700 los sitios Web, lo que representa un crecimiento de más de un 100% en menos de un año. Sin embargo, F. Utreras (1996) señala que las velocidades de crecimiento de estos servicios es claramente inferior a la media internacional, que habla de una duplicación cada dos meses. Diversos factores contribuyen a obstaculizar el desarrollo de este mercado: la falta de conectividad entre las redes nacionales, la ausencia de un sistema de financiamiento adecuado como los fondos de capitales de riesgo.

    Por último, una componente importante de la demanda lo constituyen las iniciativas estatales, siendo las más importantes: (21)

    - El proyecto enlace del Ministerio de Educación

    - El Servicio de Impuestos Internos

    - Munitel

    El todavía incipiente desarrollo de Internet en el mercado de los particulares se explica por el hecho que Internet sigue siendo un producto de lujo. Existe una clara tendencia a la concentración de las cuentas en los estratos socioeconómico altos. Varias razones se pueden mencionar para explicar este fenómeno, entre las que destacan la necesidad de contar con un teléfono y un computador, un cargo mensual que oscila entre $10.000 y $20.000 mensuales según el proveedor y un consumo adicional de llamadas telefónicas por lo menos de $ 2.000 al mes. En el caso de las empresas, una falta de profesionales capacitados y una oferta de servicios todavía deficientes serían, entre otros, los principales motivos del poco interés que ha suscitado Internet.

    b. Los Oferentes.

    En junio 1997, se contabilizaban 23 proveedores de servicios que se pueden clasificar en dos categorías: las empresas de telecomunicaciones (7 proveedores) y las otras. El mayor proveedor es REÚNA que en 1996 concentraba casi un 30% del mercado conmutado y el 60% del mercado dedicado, seguido de RDC y MundoInternet con una participación de mercado de 13,3% y 12,5% respectivamente. Próximamente deberían entrar en el mercado las empresas de TV Cable. También cabe mencionar que REUNA y MundoInternet (filial de CTC) recién han firmado un acuerdo de fusión, lo que significa que REUNA se convierte en una filial de CTC y que la nueva entidad poseerá casi un 50% del mercado. Parte de las empresas (5 empresas) han diversificado su oferta ofreciendo servicios complementarios Internet. En concordancia con lo expuesto en el punto 3.1., no existe ninguna empresa especializada en la prestación de servicios de venta de capacidad de transporte IP.

    2.2.2. Naturaleza de la Competencia.

    a. La Estructura de los Costos.

    La naturaleza de la competencia se ve determinada en gran parte por el tipo y las características de los costos a los que se enfrenta la empresa. La teoría económica distingue entre el costo marginal y el costo medio; el primero mide el costo de proveer una unidad adicional de producto y el segundo el costo unitario del bien. Adicionalmente diferencia los costos de corto y largo plazo. Otro concepto importante es el de los costos hundidos. Los costos hundidos son costos fijos que presentan la característica de no ser recuperables; en otros términos son costos que la empresa tendrá que seguir pagando aún cesando totalmente la producción.

    Una característica de esta actividad es que estos costos a corto plazo son esencialmente fijos o sea que la magnitud de estos gastos no depende del número de bits cursados siempre y cuando la capacidad de transmisión de las líneas sea suficiente. El costo marginal de utilización de la red a corto plazo será por tanto igual a cero (siempre y cuando la capacidad de las líneas sea suficiente), lo cual como lo veremos más adelante dificulta la implementación de un sistema de tarifa que permita el financiamiento de la ampliación de la red.

    En cambio a largo plazo, por definición, por lo menos una parte de costos son variables. Lo anterior significa que a largo plazo los costos marginales no serán nulos; sin embargo al igual que los costos medios de largo plazo, pueden presentar la característica de ser decrecientes, es decir que disminuyen a medida que crece la producción. En otras palabras lo anterior significa que las empresas pueden enfrentarse a economías de escala. En el párrafo relativo a las barreras a la entrada se extiende con más detalles las condiciones que deben darse para que surjan estas economías de escala.

    Otro aspecto que conviene destacar por lo que a la naturaleza de la competencia se refiere es todavía la poca importancia de los costos hundidos en esta actividad, por lo menos en Chile. Los costos hundidos son costos que una vez comprometidos no son reversibles, aún en el largo plazo; constituyen por lo tanto una barrera a la salida que puede desincentivar la entrada de nuevas empresas al mercado y favorecer así la consolidación de posiciones monopólicas. Los costos de soporte técnico, de comercialización y de facturación, al ser esencialmente costos administrativos y laborales son por definición costos reversibles. En cuanto a los costos de equipo y de transporte, la conclusión es más relativa. La empresa puede revender gran parte de sus equipos sin mayores pérdidas si decide salirse del mercado.(22) Referente a las líneas de transmisión, la importancia de los costos hundidos depende de si la empresa ha construido o no sus propias líneas. En el primer caso, los costos de instalación son claramente costos hundidos. En cambio si arrienda las líneas a un operador telefónico, la existencia de costos hundidos dependerá de la naturaleza del contrato firmado. Si la empresa se compromete, por ejemplo, por dos años, los costos de arriendo presentarán características de costos hundidos. Si en cambio el contrato no fija ningún plazo mínimo, los costos de arriendo serán costos totalmente reversibles. En el caso de una operadora telefónica que presta además el servicio de Conectividad, se puede considerar que ésta utiliza capacidades ya existentes y que por ende estos costos no constituyen costos hundidos puesto que se podrán reasignar estas líneas a la actividad principal.

    En Chile, los proveedores de Conectividad son empresas de telecomunicaciones o bien empresas independientes. Como recién mencionamos se puede considerar que las empresas de telecomunicaciones no soportan costos hundidos en la medida que utilizan capacidades existentes. En el caso de empresas independientes, éstas arriendan las líneas de transmisión y pareciera ser que los contratos de arriendo suelan ser de corto plazo. En vista de estos antecedentes, se puede por lo tanto concluir que hasta ahora los costos hundidos son desdeñables en esta actividad.

    b. La Estructura de las Tarifas.

    La teoría económica establece que el precio por unidad consumida debe ser igual al costo marginal de corto plazo. Se supone que si la empresa produce de forma eficiente, el costo marginal de corto plazo será igual al costo marginal de largo plazo y que por ende la tarifa en base al costo marginal de corto plazo permitirá financiar los planes de expansión de la empresa. Sin embargo, cuando el costo total de corto plazo se compone principalmente de costos fijos, el costo marginal de corto plazo es igual a cero (23) y, por ende, no se cumple la igualdad entre el costo marginal de corto plazo y largo plazo. En otros términos, en este caso, el precio preconizado por la teoría económica no permite financiar ni los costos de operación ni los planes de expansión de la empresa. En este caso, la solución más conveniente es fijar una tarifa plana que contemple el costo de operación como el costo de reponer y ampliar el capital. Adicionalmente, este tipo de tarificación evita el problema de la medición del consumo, que en el caso de Internet es relativamente delicado.

    En la práctica el usuario paga solamente la llamada local con su proveedor y un cargo fijo de conexión a la red Internet. Esta estrategia de la tarifa plana es viable en la medida en que los proveedores de conectividad, que concentran el tráfico de los usuarios finales paguen también una tarifa plana para el arriendo de los medios de transmisión y el cargo de acceso a la red Internet Global. Este esquema de pago podría verse cuestionado si las empresas que operan la red Internet Global decidieran cobrar una tarifa en función del uso para resolver el problema de la congestión que sufre actualmente Internet. El siguiente gráfico visualiza las relaciones comerciales que se establecen entre los diferentes actores del mercado.

    c. El grado de competencia en el mercado chileno.

    En el mercado conmutado, los cargos mensuales sin IVA al 31/08/1996 oscilaban entre 0,5 y 3 UF,(24) considerando el valor de la UF de dicha fecha. Existe entonces una gran disparidad de precios entre los distintos proveedores que podría indicar que se ha iniciado una guerra de precios en este mercado. A continuación hemos elaborado un pequeño ejercicio que muestra que efectivamente las pequeñas empresas podrían estar obteniendo utilidades negativas en las condiciones actuales del mercado. Sin embargo, precisa un estudio más acabado para poder concluir la existencia o no de una guerra de precios.

    Consideremos el caso de una empresa hipotética que cuenta con 400 clientes conmutados y que cobra una tarifa de 1 UF, cualquiera sea el nivel de consumo del usuario.(25) Sus ingresos mensuales se elevarían por ende aproximadamente a $5.445.600.(26) Sabiendo que el costo de transporte representa entre un 20% y 30% de los costos totales de un proveedor,(27) si podemos estimar este ítem de gasto, obtenemos una proyección de los costos totales de esta empresa. Los costos de transporte se componen esencialmente del arriendo de líneas de transmisión locales y de un enlace internacional. Asumiendo que este proveedor entrega un servicio de baja calidad, arrienda un enlace IBS de 64 Kbps(28) a un costo de US$ 3.500 y líneas analógicas, cuyo costo supondremos desdeñable. El gasto en transporte se aproxima por lo tanto a $1.452.500.(29) El costo total mensual de esta empresa hipotética estaría entonces comprendido aproximadamente entre los 4,8 y 7,2 millones de pesos. Dicho de otro modo, nuestra empresa obtendría un bajo margen de utilidad, o incluso podría ser negativo. Este pequeño ejercicio tendería entonces a confirmar que efectivamente algunas empresas podrían cobrar precios que no les permiten cubrir sus costos. Sin embargo, conviene matizar esta conclusión. La teoría económica establece que se aprecia la existencia de una política de precios depredatorios cuando una empresa establecida manipula el precio con el objeto de impedir la entrada de un competidor potencial o obligar la salida de un rival. En otras palabras, constatar la existencia de precios menores que los costos no es suficiente para concluir una situación de guerra de precios. Una hipótesis alternativa sería que el ejemplo desarrollado más arriba podría corresponder más bien a una política racional de introducción de un producto en un mercado poco desarrollado y sujeto a externalidades de redes que a una acción depredatoria. Las nuevas empresas deben un cobrar un precio bajo para atraer la demanda residual, puesto que se caracteriza por tener una menor inclinación por la comunicación y, por ende, está menos dispuesta a pagar por este servicio.

    En conclusión, los antecedentes a nuestra disposición nos llevan más bien a pensar que este mercado es muy competitivo y que no se puede hablar de guerra de precios. Sin embargo, el grado de competencia en un mercado está determinado en mediano plazo por la importancia de las barreras a la entrada, por lo que conviene estudiar con más detalle este punto.

    d. Barreras a la entrada.

    En el apartado anterior se llegó a la conclusión de que el mercado en este momento está abierto a la competencia. Sin embargo, podría ser que esta situación cambie a mediano plazo. Muchas de las empresas actualmente presentes en el mercado estarían arrojando pérdidas, situación que no puede perdurar en el tiempo y que llevará seguramente a que empresas se salgan del mercado. Además, parecería ser que las barreras naturales a la entrada se estuvieran reforzando conforme evolucione el mercado. Estas podrían verse además fortalecidas por comportamientos estratégicos de las empresas.

    En la actualidad, las barreras naturales a la entrada a este mercado no parecen ser muy relevantes. No hay ventajas de costos (originadas por ejemplo por economías de aprendizaje o un acceso privilegiado a insumos...), las economías de escala son hasta ahora poco importantes y las políticas de diferenciación de las empresas todavía no determinantes. De hecho el número de empresas ha ido aumentando: en 1995, se crearon las 8 primeras empresas, en junio 1996, existían 18 proveedores y un año después esta cifra se elevaba a 23. No obstante, últimamente se observan cambios en la demanda: los usuarios están cada vez más interesados en aplicaciones que requieren alto ancho de banda y se han vuelto más expertos y por ende más exigentes en cuanto a la calidad de servicio. Frente a estos cambios en la demanda, los fenómenos de economías de escala y de diferenciación estarían adquiriendo mayor importancia. Por lo demás, cabe examinar en qué medida la existencia de externalidades de redes podría dificultar la entrada de nuevos competidores.

    En el caso del mercado Internet, las economías de escala pueden originarse de distintas maneras.

    Si la empresa proveedora construye sus propias líneas de transmisión le conviene, dados los altos costos fijos de inversión que supone la instalación de estas líneas, planificar un exceso de capacidad. En este caso la empresa se enfrenta a un costo incremental de desarrollo decreciente e incluso cercano a cero.(30) Las grandes proveedoras de Conectividad Internet norteamericanas se enfrentan a este tipo de economías de escala.(31) En cambio la estructura de costos de las empresas chilenas, por ser éstas pequeñas empresas que arriendan solamente algunas líneas de transmisión, no incluye estos altos costos fijos de inversión. En el caso de Chile, la aparición de economías de escala se explicaría más bien por el aumento del requerimiento de ancho de banda.

    Cada paquete que se manda contiene un encabezado y una cola que indican el nombre del destinatario, la dirección final y otras informaciones que ocupan un ancho de banda de alrededor de 40 bps; hay que por tanto disminuir el número de paquetes para reducir el espacio ocupado por estos encabezados y colas. Cuando los clientes piden aplicaciones que requieren poco ancho de banda, los paquetes serán necesariamente chicos y no se podrá manejar esta variable para disminuir los costos de operación. Muy distinta es la situación cuando los clientes empiezan a exigir velocidades cada vez más alta. Conviene a la empresa proveedora de conectividad dividir los mensajes en menos paquetes posibles. Sin embargo, el tamaño máximo del paquete está también determinado por el ancho de banda del enlace. Si una empresa tiene un enlace de 256 Kbps no podrá enviar paquetes de más de 256 Kbps, mientras que con un enlace de 1 Mbps podrá armar paquetes de hasta 1 Mbps. Ahora bien, el ancho de bando del enlace es a su vez determinado por el número de clientes y más específicamente por el tráfico cursado por el proveedor. En resumen, a medida que crece el número de usuarios y por ende el tráfico cursado, el proveedor requiere enlaces de mayor velocidad, lo que posibilita el envío de paquetes más grandes. En un contexto en que la demanda se caracteriza por una preferencia cada vez más marcada por aplicaciones consumidoras de ancho de banda, esta posibilidad de armar paquetes más grandes se traduce entonces en una clara ventaja de costos. En otros términos, en el caso de los proveedores chilenos, las economías de escala se originan esencialmente a nivel del ancho de banda y por ende tienden a manifestarse cuando se eleven los requerimientos de velocidad.(32) Por lo demás, estas economías de escala pueden verse reforzadas si las empresas de telecomunicaciones implementan una política de precios que favorece a las empresas de Conectividad Internet con mayores requerimientos de velocidad.(33)

    A este fenómeno se agrega el de la diferenciación. A medida que crecen las exigencias de calidad de los usuarios, la reputación de una empresa podrá ser cada vez más determinante. Los clientes tenderán, en este caso, a privilegiar los proveedores que garantizan una buena calidad de transmisión y un servicio de soporte técnico adaptado a sus necesidades.

    Las externalidades de demanda podrían generar también, en cierta medida, barreras a la entrada, ya que al igual que los costos fijos dificultan el financiamiento de la red en sus principios. Constituirían por decirlo así, "economías de escala de demanda" (Curien-Gensollen, 1992, p.45). Sin embargo, este impedimento desaparece al alcanzar la masa crítica de usuarios; Por otro lado, el efecto de "lock in" mencionado en el punto 1.2.1.b podría manifestarse no a nivel de la externalidad directa, puesto que por la naturaleza misma del concepto Internet, no hay incompatibilidad entre las redes de Conectividad Internet, sino que a nivel de la externalidad indirecta. En las condiciones actuales del mercado chileno de Conectividad Internet (que se caracteriza entre otro por una baja interconectividad nacional), contar con una red de mayor tamaño permite aprovechar mejor de las externalidades indirectas. La importancia de este factor dependerá del grado de interconectividad de los proveedores chilenos.

    Por último, conviene preguntarse si se perfilan o no tendencias que podrían reforzar estas barreras naturales, en particular si ciertas empresas estuvieran o no en condición de constituirse una posición dominante que podría atentar contra la libre competencia. Esta pregunta no es anodina puesto que ya se observan irregularidades de parte de las empresas telefónicas; irregularidades que convendría regular. F. Utreras (1996) señala en su estudio que si se exceptúa el caso de InternetMundo, todas las filiales de las empresas de telecomunicación subsidian en parte el servicio de conectividad con su actividad de telecomunicaciones.

    El ejemplo anterior muestra que una empresa integrada verticalmente puede sacar ventaja de su posición para ejercer un poder de mercado. Es preciso entonces preguntarse si otras situaciones de este tipo pudieran ocurrir en el futuro. Al respecto parece relevante estudiar de forma más detenida la estrategia de CTC en este mercado. Esta empresa acaba de firmar un acuerdo de fusión con REUNA y está en proceso de negociación con VTR para una eventual fusión. El acuerdo entre REUNA y CTC entra en la lógica de la dinámica de este mercado que favorece a los actores que crecen más rápidamente, sobre todo cuando hay poca interconectividad entre proveedores. Por otra parte, significa para REUNA economías de costo al poder aprovechar de la infraestructura de facturación y cobranzas (ítem que puede alcanzar hasta un 10% de los costos totales). El segundo caso es más complejo. Al unirse con VTR, CTC accede a la red de TV Cable de VTR, lo que permite a la primera asegurarse una posición de liderazgo en el mercado de Conectividad Internet.(34) Cabe considerar que a corto plazo las empresas de TV cable debieran disponer de una tecnología que les permita incursionar en dicho mercado. De esta manera, estas empresas constituyen una fuerte amenaza para los otros proveedores ya que podrán ofrecer a los usuarios un ancho de banda mucho mayor. Por otra parte, el usuario al conectarse a través de su televisor no tiene que invertir tanto para conectarse a la red puesto que por lo general ya posee este aparato. En otras palabras, las empresas de TV Cable podrían beneficiarse de estas ventajas lo que les podría permitir liderar el mercado de hogares.

    En este contexto, parece lógico que CTC quiera incursionar en el mercado de la TV Cable. Sin embargo, cabe preguntarse si detrás de esta política no hubiera alguna estrategia que apunte a neutralizar los peligros que representa la televisión por cable para su actividad principal: la telefonía. La televisión por cable puede constituir, a mediano plazo, un peligro importante para los operadores telefónicos puesto que además de poder transmitir datos e imágenes, la red de TV Cable podrá también servir de infraestructura de transmisión para el teléfono. En este sentido y como lo señala F. Utreras, uno puede preguntarse si las telefónicas no tratarán de que ciertas alternativas tecnológicas competitivas no se impongan en el mercado chileno.

    También es relevante plantear el tema de la integración vertical de las compañías de TV Cable que quisieran entrar en el mercado de Internet. El servicio de telefonía está considerado como un servicio público y, por ende, los operadores de TV Cable tendrán la obligación de interconectar su red a las otras redes para prestar el servicio telefónico. Sin embargo esta obligatoriedad de interconexión no corre para los servicios de transmisión de datos. En otros términos, si no se modifica la legislación vigente, las compañías de TV Cable tendrán la posibilidad de cerrar el acceso de su red a los otros proveedores de conectividad como también a los proveedores de servicio de información, lo que constituiría una amenaza sobre la libre competencia.(35)

    3. Perspectivas a Profundizar en el Caso Chileno: Recomendaciones.

    Este primer informe pone de manifiesto la necesidad de un rol proactivo del Gobierno para potenciar este desarrollo de la INI. Se vuelve preciso una política de fomento para alentar la oferta de servicios de Internet. El despegue del mercado de Internet depende fuertemente de la existencia de una oferta atractiva de servicios y hay que considerar que en la actualidad la oferta chilena de servicios es todavía muy reducida. Por tanto, los servicios de información disponibles son en su mayoría servicios ofrecidos por instituciones norteamericanas, que no responden necesariamente a las necesidades de los usuarios chilenos, en particular de las Pymes que necesitan, antes que nada informaciones relativas a la realidad chilena y que, por otra parte requieren un manejo del inglés que dista de poseer la gran mayoría de los chilenos. Adicionalmente, otras aplicaciones, como el EDI (a través de Internet), no se han implementado todavía. En conclusión, se vuelve preciso una política de fomento de parte del Estado para estimular la oferta de servicios en Internet. Paralelamente, la legislación vigente se ha vuelto inadecuada o presenta algunos vacíos en diversos ámbitos, tales como el tema de la propiedad intelectual, el sistema de encriptación para el comercio, interconectividad entres las redes y la integración vertical entre otros.

    Queda por definir, sin embargo, la forma que debe tomar esta intervención del sector público. Dadas las interrelaciones entre los distintos temas,(36) conviene tener un enfoque global, lo que implica la necesidad de tener una visión clara y concisa de todos los problemas que plantea un desarrollo armónico del mercado Internet. A nuestra opinión, esta sistematización y profundización de los diferentes aspectos que debe tomar en cuenta una política de Impulso de la Infraestructura de Información puede organizarse en torno a cuatro temas principales:(37)

    • La integración vertical.

      De lo anteriormente expuesto, se deduce que el tema de la integración vertical es un tema relativamente complejo. Por un lado, esta estrategia responde a la dinámica de desarrollo de este mercado y, en este sentido, podría ser contraproducente prohibir a las empresas de telecomunicaciones entrar en este mercado. Por otro lado no se deben descartar las posibilidades de que las empresas se aprovechen de su estrategia de integración vertical para abusar de su poder monopólico. Dado lo anterior, conviene llevar a cabo una investigación teórica más sistemática sobre este tema. Este trabajo se organizará en torno a estas tres interrogantes:

      - ¿Qué prescribe la literatura económica en lo referente al tema de la integración vertical?

      - ¿El hecho de enfrentarse a un mercado con externalidades de redes y en formación modifica las conclusiones anteriores?

      - ¿En qué medida estas consideraciones son relevantes para el mercado chileno?

    • La interconexión de las redes.

      A lo largo de este trabajo hemos aportado algunos elementos de respuesta, no obstante se precisa un estudio más acabado sobre esta materia. Podrá resultar útil distinguir los temas de conectividad horizontal (o sea la interconexión de redes de misma naturaleza) y vertical (o sea la interconexión de redes complementarias). Adicionalmente, este tema trae consigo el de la tarificación del acceso a una red.(38) Por último, trataremos de manera separada el caso de los proveedores de servicios de conectividad y el de las empresas que brindan un servicio privado de telecomunicaciones. Este estudio abarcará entonces las siguientes interrogantes:

      - ¿En qué medida conviene imponer la obligatoriedad de la interconexión?

      - ¿En qué contexto buscarán las empresas (por sí mismas) la compatibilidad de sus redes?

      - ¿Qué conclusiones se pueden sacar para el caso chileno?

      - En lo referente a los cargos de acceso, ¿qué preconiza la teoría económica? ¿Cómo el tema de la congestión puede interferir con el de la fijación de los cargos de acceso?

      - ¿Qué enseñanzas podemos extraer de la literatura económica para el caso chileno?

    • El fomento de la demanda y de la oferta.

    Respecto a este tema conviene tener presente las siguientes consideraciones.

      En primer lugar, como ya lo repetimos a lo largo de esta exposición, la oferta y la demanda de servicios de conexión y de información son interdependientes. Por tanto, estimular la oferta significa implícitamente actuar también sobre la demanda. En segundo lugar, un crecimiento acelerado de este mercado depende de la existencia de un marco regulatorio y de un sistema de incentivos adecuado.

      Por tanto, este estudio deberá permitir responder a las siguientes preguntas:

      - ¿Cómo entender el concepto de servicio universal? ¿Qué segmento de la demanda se debe privilegiar? ¿Qué tipo de incentivos, alternativo al subsidio directo, puede implementarse?

      - ¿Existen formas de incentivar directamente la oferta de servicios?

      - ¿Qué aspectos legales, exceptuando los relacionados con los temas de integración vertical y de conectividad, obstaculizan el desarrollo de este mercado? ¿Qué enseñanzas aporta el análisis económico en lo referente a ciertos temas tales como la propiedad intelectual?

    • La informatización del Estado.

      Este tema adquiere particular relevancia por dos razones. Se inscribe en la política de modernización de la gestión pública. Por otra parte, por su tamaño, el Estado -como agente- está capacitado para influir en las condiciones de mercado de los servicios de conectividad. Por ejemplo, la conformación de un troncal gubernamental al que se podrían conectar otras redes podría facilitar el despliegue de Internet en las regiones. Segundo, la informatización de los distintos servicios públicos amplía la gama de servicios disponibles en línea y, por ende, vuelve la red Internet más atractiva. Es así como este trabajo se centrará esencialmente en examinar la conveniencia o no para el Estado de invertir en la instalación de un troncal y, en el caso de una respuesta positiva, analizar en qué medida es económicamente viable permitir el acceso de otras redes.