La producción limpia es una estrategia de gestión empresarial preventiva aplicada a productos, procesos y organización del trabajo. Minimiza emisiones y/o descargas en la fuente, reduciendo riesgos para la salud humana y ambiental, y elevando la competitividad.

Articulando la política ambiental con el desarrollo productivo, la producción limpia es una importante dimensión de la estrategia de desarrollo sustentable.

Incorporar los conceptos de prevención y producción limpia al interior de una empresa, requiere de inversiones adicionales, ajustes organizacionales y selección de nuevas tecnologías.

En el mundo, los centros de producción limpia son piezas fundamentales en la infraestructura tecnológica ambiental, ya que son entidades neutrales que promueven el desarrollo de estas tecnologías y de los mercados asociados.

Una red de centros con capacidades de transferencia es un promotor de servicios que reduce los impactos de la falta de transparencia en el mercado, información incompleta sobre oferentes y demandantes, e incertidumbre respecto a futuras exigencias. Es decir, intermedia las necesidades de las empresas y la oferta de servicios y tecnologías ambientales.

El programa Centro Nacional de Producción Limpia desarrolla una red de estas características beneficiando principalmente a las pequeñas y medianas empresas. Su objetivo central es promover la oferta y demanda, aunando y focalizando los esfuerzos en esta materia.

Centrado en actividades de difusión y capacitación, fortalece el enfoque preventivo de los organismos fiscalizadores, promueve acuerdos de producción limpia y la mejora de los estándares de la oferta mediante la certificación de servicios y tecnologías.