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Desafíos de la investigación agronómica en Chile

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Eugenia Muchnik

Directora Ejecutiva de la Fundación para la Innovación Agraria

 El sector agroalimentario necesita de los investigadores chilenos una alta dosis de innovación, especialmente cuando la economía de nuestro país está basada en los recursos naturales y lo seguirá estando por muchos años más.

 
Sin embargo, para que el agro sea aún más competitivo, la noción de que sólo Investigación y Desarrollo (I+D) son generadores exclusivos de nuevos conocimientos, productos y servicios, debe ser cambiada.
 
Para saber dónde están las oportunidades, la I+D requiere alinearse con las demandas de los mercados y consumidores finales para convertir a Chile en una Potencia Alimentaria y Forestal. Entonces, ¿qué se debe considerar para migrar de investigación pura a la innovación (I+D+i)?
 
Cuando comienza un proyecto, la situación socioeconómica de un país, rubro y el sector donde se aplicará, son elementos importantes a considerar, porque hay quienes viajan al extranjero a buscar, por ejemplo, nuevas variedades frutales, pero no evalúan el porqué del éxito de esas variedades en dicho entorno.
 
El compromiso de las empresas con la investigación sectorial es también decisivo, porque estas son capaces de percibir los desafíos que se deben resolver con el trabajo científico, y como este ayudaría a aumentar la competitividad de su negocio y a satisfacer las demandas de los consumidores. Este plus abriría las puertas para que el sector privado se sume como socio inversionista, algo que hoy se ve poco. Con la participación empresarial en los proyectos también se asegura la transferencia de los resultados, porque los ejecutivos los valorizan al ver que ayudan a bajar costos o les permiten llegar a diferentes mercados con nuevos bienes o servicios.
 
Otra fortaleza que aportarían los privados, es su conocimiento de los canales de comercialización, los cuales son un punto decisivo para el éxito de la innovación, especialmente cuando se busca modernizar la pequeña agricultura.
 
Asimismo, todo proyecto tiene que ser trabajado y pensado junto a empresarios capaces de aportar con volúmenes de materia prima para que arranque su ejecución y, de esta forma, obtener rápido la primera producción; de lo contrario, el largo tiempo de espera por resultados afectará la viabilidad económica de la propuesta.
 
Otros factores para alcanzar un vínculo exitoso, son el conocimiento de la normativa legal vigente que permitirá la aplicabilidad real de las innovaciones; la difusión de los resultados de los trabajos científicos —sin tecnicismos para socializar información que podría ser de utilidad a usuarios del mundo agrícola— y la capacitación de la mano de obra. Esto último debido a la sofisticación de los avances.
 
La innovación en el agro necesita de una mirada amplia que permita anticiparse y proyectarse con productos que tengan un valor agregado, comercialmente atractivos, pero aprovechando la rigurosidad de la ciencia y la tecnología disponible.
 
Fecha : 
13 octubre, 2010