La innovación es algo que todos quieren. En diversos ámbitos, se le atribuyen una serie de beneficios que incluyen el prestigio, el posicionamiento de marca y hasta la diferenciación competitiva perpetua. Sin embargo, en un mundo en donde todos quieren ser innovadores, incluso el serlo parece ser poco innovador, a menos que se logre de forma superlativa y permanente.
La innovación, entonces, se ha transformado en la nueva referencia de la posibilidad de éxito de una compañía. ¿Pero cómo se mide? ¿Cómo puedo saber cuándo y en qué medida una empresa es innovadora?