Cada cierto tiempo se levanta en nuestro medio el debate acerca del tipo de investigación en el que debemos centrar nuestros esfuerzos y concentrar los recursos nacionales: si la investigación es la llamada “básica” o aquella de carácter “aplicado”. Parafraseando a un gran científico “básico” chileno, diremos que hay dos tipos de investigación: la investigación aplicada y… la que se va a aplicar más tarde. Solo es cuestión de tiempo. Nosotros apoyamos las dos.
Facebook y Twitter han reabierto el interés por invertir en empresas web. Sin ir más lejos la última, sin un modelo de negocio constatable, levantó recientemente 100 millones de dólares de inversión.
Ser innovadores, a diario, supone formularnos una serie de interrogantes. En especial respecto de si estamos haciendo las cosas de manera correcta y por lo tanto invirtiendo eficientemente nuestros recursos.
Sin duda, la creación del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) ha marcado un hito trascendental en la historia de la propiedad intelectual en Chile. Su esperada puesta en marcha, el 2 de enero de 2009, fue resultado de un largo camino de avances en materia de propiedad intelectual, dando cuenta de los esfuerzos del Estado chileno por fortalecer la institucionalidad, mejorar los estándares y ante todo, contribuir a fortalecer la actividad innovativa en el país.