En las próximas semanas, el Ministerio de Economía dará a conocer las primeras iniciativas, tanto en materia de programas como de instrumentos, que debieran potenciar la productividad y la competitividad de nuestra economía, mediante el fomento de la innovación y el emprendimiento de alto impacto. Estas medidas buscan apoyar los principales lineamientos definidos por el gobierno en esta materia y que fueron reiterados en la cuenta pública del 21 de mayo.

El reordenamiento institucional, la creación de indicadores que permitan medir los resultados de los programas de financiamiento y cambios a la Ley 20.241, que establece un crédito tributario de 35% a la inversión privada en I+D, son los ejes principales que guiarán los primeros meses de trabajo del equipo liderado por el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, e integrado por Nicolás Shea, asesor de Innovación del ministro; Conrad von Igel, jefe la división de Innovación del Ministerio y Cristóbal Undurraga, director ejecutivo de InnovaChile, entre otros.

El trabajo ha comenzado con las primeras definiciones de una estrategia que busca potenciar "la innovación que genera valor" y se puede comercializar, además de cumplir con la meta de duplicar la inversión chilena en I+D en cuatro años (acercándose a cifras entorno al 1,5% del PIB).

Primeros esfuerzos

La intención del gobierno es generar un sistema nacional de innovación que se enfoque en la estimulación de la investigación, la creación de valor y el emprendimiento innovador. Para ello, los ejes de trabajo serán:

1.- Institucionalidad. La mayor complejidad del ordenamiento actual es que no existe comunicación entre los doce ministerios que ejecutan alguno de los más de 55 programas ligados a innovación (con un gasto fiscal en torno a los US$ 1.600 millones). Por ello, el objetivo es simplificar el sistema y dejar en manos del Comité de Ministros para la Innovación (CIM), que coordina la cartera de Economía, la responsabilidad de liderar la estrategia nacional de innovación, eliminando la duplicidad de roles en ciertas materias y reasignando recursos desde instituciones que no generan un impacto innovador.

En este escenario, el Consejo Nacional para la Innovación y la Productividad (CNIC) seguirá actuando como una entidad asesora del Presidente de la República.

2.- Revisión de programas y definición de métricas. Una de las urgencias principales del gobierno es determinar cómo está funcionando el sistema de apoyos y financimiento de proyectos, medir el desempeño de estos programas y establecer indicadores que guíen el trabajo futuro.

"Queremos generar indicadores que permitan conocer cuál ha sido el impacto que han tenido los programas de InnovaChile y determinar si se ha estado cumpliendo o no el objetivo de impulsar el emprendimiento innovador", explicó Hernán Cheyre.

Agregó que también se quiere establecer un sistema que genere compromisos de devolución de aportes en aquellos casos que han resultado exitosos, operando de este modo, bajo un esquema al estilo de los fondos de capital de riesgo. "Hoy día es un regalo directo que el Estado realiza y que no es retribuido", enfatizó Cheyre.

3.- Rediseño de la Ley 20.241, de incentivo tributario a la inversión privada en investigación y desarrollo (I+D). Como parte fundamental de la estrategia de innovación del CIM, los ministerios de Economía y Hacienda ya trabajan en una ampliación de la norma que entrega un crédito tributario de 35% a las empresas que destinen recursos en I+D. Esta norma debiera ser la base para lograr que sea, mayoritariamente, el aporte privado el que permita duplicar la inversión nacional en esta materia. Para ello se estudia cómo simplicar los trámites necesarios para obtener el beneficio, ampliar su cobertura a investigaciones realizadas dentro de la empresa y eliminar la obligatoriedad de que los proyectos presentados sean llevados a cabo en asociación con centros calificados.

Otras posibilidades son extender el beneficio a todas las empresas, particularmente las más pequeñas y dinámicas, e incluso elevar el beneficio tributario a fin de facilitar la asociación entre empresas y centros de investigación.

Este beneficio debiera potenciarse con la llegada de centros de excelencia mundial, doce de los cuales ya han postulado al programa que entrega subsidios estatales para su instalación en Chile y cuyos antecendentes se encuentran en análisis.

Otras propuestas

La agenda programática del Ministerio de Economía también establece otras preocupaciones en el ámbito de la innovación:

Se fortalecerá y agilizará la institucionalidad para la protección intelectual e industrial y se fomentará la invención y el registro de patentes de los científicos y emprendedores chilenos.

Se promocionará a Chile en el extranjero para atraer capital humano de clase mundial e incentivar la instalación en Chile de emprendimientos de alto potencial global.

Se posicionará a Chile en el circuito internacional de innovación empresarial, removiendo obstáculos y facilitando las condiciones para que nuestros empresarios y emprendedores creen redes que los conecten con aquellas ciudades, instituciones y personas a la vanguardia de la tecnología internacional. En esta línea se promoverá la creación de una institución de derecho privado para estimular y apoyar a intermediarios y brokers tecnológicos.

Fuente: Diario Financiero