Una tarea difícil y necesaria:

¿Cómo fomentar ambientes creativos en las empresas?

Asumiendo que la innovación es fundamental para el desarrollo de las empresas, los expertos coinciden en que fomentar ambientes creativos que la promuevan supone la diferencia entre ser del montón y alcanzar el éxito. Pero, ¿cómo llevar a cabo esta difícil misión? Recetas mágicas no hay, pero sí algunos consejos prácticos que pueden ayudar.

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Inti Núñez: "La creatividad guarda relación con crear y atreverse a presentar cosas nuevas, puesto que ésta debe ser practicada, ejercitada y estimulada como habilidad".

Una empresa dedicada con todas sus capacidades a lograr sus resultados, ciertamente requiere que sus personas y equipos se enfoquen en dicha tarea, que hace a la compañía. Pero, ¿es compatible llevar adelante tal misión y al mismo tiempo promover que las personas sean creativas y aporten nuevas ideas, si ese valioso tiempo está destinado únicamente a la misión primera de la organización?

Los expertos coinciden en que el interés excesivo en la producción muchas veces puede quitar las ansias de proponer ideas o proyectos y advierten también sobre los riesgos que la creatividad sea tomada como una pérdida de tiempo, pues podría no enmarcarse dentro de las prioridades. Y cuando eso sucede, coinciden en que a las personas les cuesta sentirse motivadas e, incluso, tienden a pensar que su aporte es poco valorado.

Tina Seelig es directora ejecutiva del Programa de Stanford Technology Venture y considerada una especie de “gurú” mundial de la innovación y el emprendimiento. Con importantes premios y reconocimientos, piensa que la creatividad es muy importante porque tiene relación con la generación de nuevas ideas en cualquier lugar, ya sea el hogar, la escuela o en el mundo de los negocios. Asegura que potenciar la creatividad es particularmente importante en la industria, contexto en el cual las ideas innovadoras se hacen necesarias para mantener su competitividad. En este sentido, cree que la verdadera creatividad requiere la capacidad de abrir nuevos caminos a un mundo de insospechadas posibilidades. “Todos somos naturalmente creativos y, aunque algunas personas tienen más talento natural que otros, todo el mundo puede aumentar su creatividad en el mundo laboral, de la misma manera que cualquier persona puede aumentar su habilidad musical o deportiva, con una formación adecuada y la constante práctica. Hay enfoques que se pueden aprender, habilidades que pueden ser dominadas, así como los ambientes se puede ajustar para fomentar una mayor creatividad”, precisa.

Eduardo Kastika, argentino y director de Kastika y Asociados, es responsable de uno de los pocos estudios profesionales dedicados exclusivamente al desarrollo de la creatividad y la innovación en la región. En conversación con Innovacion.cl señala que la creatividad es distinta de la innovación y hace la comparación: “La primera es una potencialidad humana, que tiene que ver con la posibilidad de producir aportes que sean nuevos y valiosos. En cambio, la innovación es el resultado de transformar algo del contexto a partir de que se adopten ideas nuevas y valiosas”. Con esos antecedentes, Kastika cree que si las empresas quieren promover ambientes creativos pueden seguir muchos caminos, pero que lo más importante es enfocarse en un liderazgo adecuado que promueva la diversidad de ideas y la solidez en la formación de la gente.

A su vez, Inti Núñez, ingeniero agrónomo de la Universidad Católica MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y actual profesor asistente de esta casa de estudios, señala a Innovación.cl que la creatividad guarda relación con crear y atreverse a presentar cosas nuevas, puesto que ésta debe ser practicada, ejercitada y estimulada como habilidad. El académico cree que la creatividad tiene gran incidencia en la creación de atmósferas de innovación, debido a que es la parte del riesgo y que, por lo tanto, “funciona como una invitación a ir más allá. A expandir y divergir”.

Formas de ser creativos
La experta estadounidense piensa que en materia de creatividad no hay recetas únicas, aunque sí existen modos más sencillos que otros. “Podemos hacer que las vías de innovación sean mucho más llevaderas, enseñando a la gente algunas técnicas específicas porque el mayor obstáculo para la innovación es la mentalidad de cada individuo”. A su vez, el académico de la UAI estima que para promover ambientes creativos, las compañías deben estar dispuestas a salir de lo habitual, practicar ejercicios que expandan sus posibilidades y entender que así como es importante tratar un tema en una reunión formal, existen otros en que debe abrirse a actividades lúdicas que ofrezcan nuevas visiones. “Desarrollar ambientes creativos significa promover atmosferas donde la pasión circula y existen los permisos para sorprender; donde es bien visto estimular los sentidos y generar sensaciones que permitan llegar a nuevas soluciones”.

En coincidencia con los planteamientos de la experta estadounidense, Inti Núñez opina que la creatividad dentro de los ambientes laborales se puede aprender y practicar y que es responsabilidad de las propias organizaciones gestionar y promover estos ambientes creativos, en los que resalten óptimos climas laborales, con incentivos y recursos para el desarrollo de procesos de innovación.

A la fecha Eduardo Kastika ha desarrollado el ramo de Creatividad en las Organizaciones en varias universidades de Argentina, además de ser el autor de más de 10 libros relacionados con creatividad, management e innovación. Para el también Master en Gestión de la Ciencia y la Tecnología, es necesario llevar adelante una metodología que permita potenciar la creatividad. “Es frecuente que justifiquemos nuestra falta de creatividad asegurando que no tenemos tiempo para ponernos a pensar, pero, en muchos casos, esta dificultad radica en que no tenemos a mano una buena metodología para comenzar a pensar. Es como alguien que decide que quiere comenzar a hacer gimnasia todos los días, pero no tiene ni la menor idea de cómo se empieza”, asegura.

Por eso, Kastika presenta tres técnicas, muy simples según él, que otorgan las condiciones para la generación de ideas nuevas y creativasLo primero, es hacer un listado secuencial de ideas buenas, regulares o malas. “No importa la calidad sino la cantidad”, dice. Y agrega que si cree que ya existe una idea, hay que ir por la segunda, escribirla en un papel y así, sucesivamente. “Ojalá llegar a llenar una carillas de ideas. Mientras más aparezcan, mayores probabilidades de que alguna de ellas, sea una propuesta de valor”, explica.

Para el experto argentino, una segunda línea de acción, se relaciona con desarrollar el pensamiento lateral, que busca evitar los caminos habituales de pensamiento y acción. El especialista dice que si ya se recorrió un camino conocido y seguro, es un buen momento para explorar opciones laterales, que suelen ser más simples, rápidas y estimulantes. Además, Kastika considera la utilización del pensamiento prospectivo, que significa la construcción de escenarios deseables, como la meta a conseguir, para luego, generar las ideas que lleven al objetivo trazado. “¿Se siente demasiado cómodo con su situación actual? Bueno, revise sus zonas de incomodidad e imagine escenarios más desafiantes y estimulantes. Luego genere acciones concretas para empezar a concretarlo”, dice. Trabajo que implica preparar escenarios futuros, de manera creativa. A su vez, Tina Seelig dice que “para dar rienda suelta a la creatividad se necesita observar los fenómenos, conectar y combinarlos, replantear los problemas y tener actitud, que es lo más importante, porque a nadie le enseñan cómo inventar.

Desde todas las direcciones
Uno de los aspectos que revelan los especialistas como muy importante, radica en el origen de las ideas creativas, de manera que éstas sean exitosas y trasciendan. La experta estadounidense piensa que la creatividad necesita ser desarrollada de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo en las organizaciones, ya que es una característica presente en las personas, equipos pequeños y grandes grupos. “Cada persona necesita de los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para generar nuevas ideas, de manera que deben ser incorporadas a los equipos por parte de las organizaciones para que apoyen, alienten y fomenten la solución creativa de problemas que se presenten. Dice que sin una cultura que la promueva, la creatividad individual no se puede desarrollar.

Dentro de este contexto, saber si entre las personas que componen la organización hay personas con potencial para ser creativos e innovadores, Inti Núñez, cita a Teresa Amabile, psicóloga y profesora de la Harvard Business School, quien señala que “la creatividad depende del conocimiento, la experiencia, sumados a la motivación por las tareas y al uso de herramientas de creatividad. Es decir, según Núñez, lo que deben hacer las empresas es buscar gente motivada y apasionada, que aprenda y le guste lo que hace, y que este dispuesta a expandir a través de ejercicios sus capacidades. “Como realizar otras actividades, leer, pintar y conocer de otras industrias”.

Aunque existen empresas más enfocadas a la innovación a partir de la creatividad de la gente y otras que apuntan a conseguir buenas ideas por otros medios, hay coincidencia en la necesidad de propiciar ambientes creativos para la innovación. Como dice Kastika, “con diferentes matices, siempre es necesario sostener una cultura creativa que de lugar a las iniciativas innovadoras. Porque, de otro modo, las innovaciones se van dilatando o diluyendo en la medida que la cultura de la organización no es propensa a ellas”.

El amplio consenso que hay en torno al tema es claro y más porque se estima que las empresas que no fomenten ambientes creativos para la innovación, irremediablemente van a quedar en desventaja respecto de aquellas que sí se lo propongan. Inti Núñez explica que la innovación defiende el margen de mediano plazo de las empresas y que  las que no la estimulan, verán degradar su rentabilidad en poco tiempo.

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