Tras lanzamiento oficial del gobierno:

Las promesas y expectativas del Año de la Innovación

Durante la ceremonia en la que se presentó este importante hito para la innovación, estaban presentes emprendedores, académicos, empresarios y mucha gente que se ha generado altas expectativas con lo que se pueda lograr. Para muchos, si se logra avanzar en que el resto de la población asimile la innovación en su vida diaria, se habrá dado un importante paso.

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Alfonso Gómez, presidente ejecutivo del Centro de Innovación UC: “Estamos frente a una gran oportunidad para comenzar a generar un importante cambio cultural en el país en torno a la innovación”.

Con bombos y platillos fue el vamos de esta especial actividad, que inicia un año en que la innovación se tomará la agenda en el país. Será un periodo en los que además de gran cantidad de eventos y  concursos se espera avanzar en producir un cambio cultural y que la ciudadanía, casi siempre lejana a la ciencia, tecnología, innovación y el emprendimiento, sienta que se trata de algo que le incumbe en su diario vivir y en lo que tiene algo que decir.

Para sacar adelante esta iniciativa, el gobierno destinará un presupuesto de US$ 1.000 millones, que suma esfuerzos de todos los ministerios y servicios del Estado, además de una agenda de más de 100 actividades en las que estarán involucrados el sector público y el privado. Y todo se desarrollará en torno a tres ejes centrales. Ellos son:

  • Ciencia y Capital Humano, que considera el apoyo a investigación científica y generación de capital humano especializado y la creación de un nuevo edificio de Ciencia y Tecnología donde residirá el Conicyt en el barrio cívico; entre otras iniciativas.
  • Emprendimiento y Competitividad, que supone el desarrollo de una serie de proyectos que apuntan a fomentar la creación de empresas, mejorar la competitividad de las pymes y la capacidad de innovar al interior del Estado.
  • Mejor Calidad de Vida, que incluye iniciativas buscan elevar el nivel de vida de los chilenos, a través de una serie de eventos e inauguración de nuevos espacios para promover la innovación y el emprendimiento, como la próxima inauguración del Centro de Innovación UC‐Anacleto Angelini y del Centro de Innovación 3M, entre otros importantes hitos.

Para el gobierno, los objetivos que se persiguen con darle un fuerte impulso a la innovación y el emprendimiento no son menores. Durante su discurso, el Presidente Sebastián Piñera dijo que detrás de este conjunto de iniciativas subyace la idea de hacer de Chile un país desarrollado en el mediano plazo. “No sólo necesitamos de viejos pilares, como una democracia estable, una economía de mercado y un gobierno que funcione. También requerimos la participación de otros nuevos con los que nos comprometimos desde el primer día, como el emprendimiento, la ciencia, la tecnología, la innovación y la construcción de una sociedad con más oportunidades e igualdad”.

Con estos proyectos como sustento, el ministro de Economía, Pablo Longueira se manifestó muy optimista por lo que pueda suceder este año y dijo que “declarar 2013 como el Año de la Innovación es una invitación para que todos los chilenos y chilenas nos atrevamos a imaginar el futuro, marcando un punto de inflexión hacia una sociedad que premia a quienes se atreven a mirar el mundo de una manera distinta, buscando soluciones a los problemas, saliéndose de los modelos tradicionales. Queremos que todos puedan imaginar un Chile distinto, y sientan que van a ser ellos los arquitectos y constructores de su futuro”.

Cambiar el switch
Desde la perspectiva de las grandes empresas, Lorenzo Constans, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), recoge el guante y valora el hecho que exista este Año de la Innovación, pues piensa que ayudará a los empresarios a pensar en qué cosas nuevas pueden hacer. Cuenta a Innovación.cl que “le vamos a transmitir a nuestros asociados el mensaje que acá he escuchado, aunque debo reconocer que a muchos les cuesta cambiar el switch y buscar nuevas formas de trabajar”. Asimismo, cree que la existencia de varias de las iniciativas anunciadas pueden ayudar a conocer las innovaciones que se hacen en a través de iniciativas locales. “Somos un país muy observado en el extranjero, como una nación que quiere crecer y que va hacia adelante, pero que también está innovando. Veo que lo que se está haciendo con este año de la innovación es una buena iniciativa y creo que lo correcto es apoyarla”.

El presidente ejecutivo del Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, Alfonso Gómez, piensa que estamos frente a una gran oportunidad para comenzar a generar un importante cambio cultural en el país en torno a la innovación. “Si tengo que ver el vaso medio lleno o medio vacío, lo veo ¾ de lleno y con altas expectativas para este año. Vislumbro una gran cantidad de posibilidades para desarrollar iniciativas innovadoras y para que la academia y el mundo productivo se acerquen más de lo que lo han hecho antes. El académico valora altamente el hecho que se haya creado este año de la innovación, y más allá del rótulo, piensa que se trata de una excelente oportunidad para desarrollar proyectos innovadores y para que este concepto se transmita al resto de la sociedad y no quede solo en quienes están inmersos dentro del ecosistema emprendedor e innovador.

Coincide con este planteamiento el líder de los empresarios, quien cree que la innovación es un trabajo permanente, que nunca se termina y que para ellos se relaciona con ser más eficiente en los procesos y estar atentos a lo que sucede a diario para no quedarse debajo de este tren. Asimismo, enfatiza en estar atentos a los rápidos cambios tecnológicos y que el desafío de la innovación también se relaciona con ser capaces de mantener en sus puestos de trabajo a las personas más calificadas que son las que tienen la capacidad de gestionar las innovaciones dentro de las empresas. Reconoce que en el actual escenario de bajo desempleo, se hace difícil conseguir y mantener a estas personas y que conseguirlo supone una tarea también de carácter innovador para ellos.

A su vez, Álvaro Fischer, presidente de Fundación Chile, piensa que detrás del Año de la Innovación existe un genuino interés y esfuerzo por darle a las ideas del emprendimiento e innovación, una fuerza importante en Chile. “Entendemos que cuando se realizan este tipo de esfuerzos, se la está relacionando con otros componentes fundamentales, como lo son la ciencia y la tecnología y así, se busca que todos estos elementos cumplan un rol armónico entre todas ellas”. Agrega el ingeniero matemático que “las sociedades, para progresar, necesitan una actividad permanente de las personas que tenga cierta dirección como la creación de valor y de riqueza, que se puede medir en la medida que a las personas les parece útiles todas esas cosas que se crean. Por eso, recojo de manera muy positiva las palabras del Presidente Piñera y del ministro Longueira, en el sentido que el esfuerzo productivo e innovador, basado en los mayores conocimientos científicos y tecnológicos, es el elemento impulsor fundamental para generar el progreso que el país necesita”.

La difícil medición
Consciente que la innovación es muy difícil de medir y que los parámetros para hacerlo no son iguales en todos lados, el presidente de Fundación Chile espera que a final de año se haya avanzado en que las ideas que acompañan la innovación y el emprendimiento hayan ido tomando cuerpo dentro de la sociedad. Explica que otro éxito se relaciona con la capacidad de poder medir los esfuerzos innovadores que se realizan en diferentes ámbitos y que no están vinculados a los ámbitos de la ciencia y tecnología, que son los más obvios. “Están en el diseño, la eficiencia en los procesos, modelos de negocios, formas de organizarse, la innovación cultural, en la manera de interactuar. Se trata de asuntos nada fáciles de medir, pero que sí pueden tener un alto impacto, que puede verse en un mediano y largo plazo. Por eso creo que estamos frente a un proceso que no se acaba con catalogar un año como el de la innovación o del emprendimiento, como el año pasado. Se trata de haber iniciado un camino constante”.

Eso si, Gómez advierte sobre algunos peligros que pudieran darse en quienes piensen que la innovación sea sinónimo de cambiarlo todo en aras de generar cambios. “Uno de los mayores peligros que hay es la creencia que generar transformaciones significa partir de cero y arrasar con todo lo que se haya hecho. Por eso es importante tener claridad de cuáles son los objetivos estratégicos a la hora de innovar y qué es exactamente lo que se quiere cambiar y porqué”.

Desde las grandes empresas, Constans cree que un importante desafío que tienen por delante se relaciona con estar atentos a los cambios tecnológicos que se producen. “Son muy rápidos y nos obligan a o dejarnos estar, porque perdemos competitividad. Por eso, debemos tener siempre presente a la innovación, lo que sabemos que no es una tarea sencilla, pero no hay otra manera de mantenerse vigente en los mercados”.

Fischer entiende que el éxito de este tipo de iniciativas, sólo tiene sentido si se trata de una política de Estado que vaya más allá de los gobiernos de turno que administran de forma provisoria el Estado. En este sentido, entiende que resulta clave la interacción del sector público con los agentes privados, además de la participación ciudadana para que la gente desarrolle una identificación cultural con la innovación. “Si logramos algo de eso, habremos dado un importante paso adelante”.

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