Del programa Mentores por Chile:

Los beneficios de una mentoría: Tres emprendedores relatan sus experiencias

No se trata de garantizar el éxito, sino de minimizar los riesgos y tomar las mejores decisiones. Contar con una mentoría para iniciar o escalar un proyecto es una herramienta cada vez más aceptada dentro del ecosistema emprendedor. A continuación, presentamos tres historias de jóvenes chilenos que recibieron los consejos adecuados para construir un negocio rentable.

Sin Comentarios

Dentro del ecosistema emprendedor, la figura del mentor está ganando cada vez más adeptos. Sea para comenzar un proyecto o expandir el negocio, muchos emprendedores están apostando a consultar una voz experimentada para analizar los pasos a seguir.

El proceso de mentoría se diferencia de otras estrategias de desarrollo emprendedor en que se basa en la educación no formal y ofrece conocimiento y asesoramiento en un aspecto determinado del negocio. Es una instancia donde el emprendedor exprime el conocimiento de otra persona que ha vivido sus mismas experiencias y, de esta forma, evitar cometer errores o tomas las mejores decisiones para escalar su proyecto.

Según diversos expertos, los emprendedores que reciben la mentoría acceden a una red de contactos que resulta indispensable y más valiosa que otros activos. Además, es una tarea que los empresarios o líderes experimentados asumen con gusto, ya que se ven reflejados en quienes recién comienzan como ellos mismos lo hicieron alguna vez. Por otra parte, desempeñarse como mentor también los prestigia a ellos mismos dentro de su comunidad. Varias experiencias de mentoría en diferentes niveles han demostrado que si la idea del negocio es buena, se genera una dinámica muy particular entre el mentor y su “mentoreado” que permite realizar revisiones periódicas del proyecto bajo una visión crítica pero amistosa: el mentor es un referente, pero también una persona autorizada que “sabe” del negocio y ayuda a tomar decisiones estratégicas.

LA MENTORÍA Y LOS EMPRENDEDORES

Mucha gente cree que al comprar cursos, manuales, audios, y todo el material de capacitación que se vende, será la varita mágica que les resolverá todos sus problemas, pero al terminar de estudiar el material por el que pagaron mucho dinero, se sienten igual o incluso peor que antes de adquirirlo, ya que siguen sin entender el siguiente paso que hay que dar y su negocio sigue sin crecer.

La clave entonces no es sólo adquirir información, la clave es saber qué hacer inmediatamente con esa información. Al tener una mentoría y grupo de asesores que te ayuden a trazar un camino de acción continua que te permita lograr cada uno de tus objetivos, tu éxito está asegurado.

En Chile, son muchos los emprendedores que han apostado por este tipo de iniciativa. Y varios de ellos están bajo el alero del programa de Mentores por Chile. Uno es Matías Escudero, de la empresa Mundo Mono, firma que se dedica al desarrollo digital para clientes y marketing. Según cuenta, “el tener un negocio propio era algo súper nuevo. Yo soy músico y mi hermano del mundo de la publicidad, por lo que ninguno tiene background en la administración de  platas y flujos de ventas. Todo el tiempo habíamos trabajado de manera súper chasquilla. La ayuda que necesitábamos tenía que ver con estructurarnos y aprender de los procesos formales de una empresa”, comenta.

Escudero recuerda que al comenzar la mentoría hicieron una lista de los roles que tenían en la empresa. Y el primer consejo fue olvidarse de esa “organización” y comenzar de nuevo. Luego vino una planificación anual para la empresa y planificación de ventas, lo que también iba de la mano de un crecimiento de recursos humanos. “Nos enfocamos en las entradas. Menos clientes pero más involucrados y que fueran más interesantes para nuestro desarrollo”, señala.

Uno de los logros más significativos de la mentoría fue la creación de otra empresa llamada KidBunch. Pero quizá el mayor beneficio de la mentoría no fue ese: “Saber que voy bien es distinto a creer que uno lo está haciendo bien”, precisa Escudero.

Algo similar ocurrió con Francisco Benavides, de la empresa Sercoriego. Este ingeniero agrónomo necesitaba ayuda en la parte administrativa del negocio. “Las primeras sesiones fueron esenciales. El mentor me encargó tareas bastante concretas, presentarle el estado de ventas, discriminar la facturación de cada tipo de cosas, los márgenes, entre otras cosas”, recuerda. Y el resultado del proceso para este emprendedor fue que estaba destinando mucho tiempo donde no debería.

“En ese momento empecé a salir del bosque y tuve las cosas más claras, lo que me permitió ampliarme a más opciones de negocio. Fui a China y comencé a empoderarme de mi rol de gestión comercial”, dice Benavides. Gracias a la mentoría ahora la empresa está mejor enfocada y organizada. “La competencia es feroz, prefiero ser el más grande de los chicos que el más chico de los grandes”, dice tras el apoyo de Mentores por Chile.

Otro quien siguió el camino de Benavides fue Bonny de Blom, de la empresa Bloom Diseño. “En un comienzo, la idea era delinear estrategias de marketing, pero el mentor nos hizo cuestionar las ventas. Nosotras creíamos que necesitábamos ayuda con marketing pero en verdad era necesario trabajar en la constitución de la empresa”, indica.

La primera misión fue cuestionar las ventas. Era clave entender que antes de hacer una campaña de marketing, era necesario funcionar de la manera correcta. “Así, nos dimos cuenta que necesitamos hacer cambios en el equipo y nos enseñó a enfocarnos en la importancia de la gente que trabajaba en la empresa”, dice Blom

“En la mentoría fuimos haciendo estados de resultado, evaluando cuánto ganábamos, cuánto necesitamos para los costos fijos de la empresa. El mentor nos hizo preguntas de fondo, nos hizo ordenarnos completamente y estructurar roles. Nosotros inventábamos cargos según las habilidades de cada persona, pero luego empezamos a buscar personas que cumplieran con los requisitos de los cargos”, precisa.

Quizá muchos de los consejos que se reciben desde la mentoría parecerían obvios. Pero la experiencia de estos emprendedores recuerda que muchos inconvenientes o errores se pueden evitar al tener el apoyo de la experiencia. Aunque no hay una receta mágica para ser exitoso, si existe un camino para minimizar las dificultades.

Sin comentarios Deja tu comentario