COOPERACION  
SERVET MARTINEZ, CIENTIFICO
"Se está destruyendo el espíritu universitario"

Cuando la corriente parece tender a la vinculación entre empresas y universidades, aún hay dentro de las propias instituciones quienes prefieren seguir el camino propio. Servet Martínez, matemático teórico, Premio Nacional de Ciencias 1994 - distinción que compartió con su colega Eric Goles-, es de ese grupo. En estos momentos el científico se desempeña como director de Investigaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile, y aunque se resiste a ser calificado como purista, sí admite con claridad su distancia respecto del trabajo conjunto con la empresa.

La universidad es una institución que tiene sus objetivos, su forma de ver y de entender el mundo, y su ritmo propio. Los procesos que en ella se definen son tan delicados que no es igual a otras instancias, y siento que los otros no están viendo lo que yo sí veo, que es que en este tablero geográfico y temporal yo quiero que a la universidad se le respete, afirma.

¿Eso provoca conflicto entre los investigadores y la empresa?

Provoca roce. Es normal que se produzca, pero en la sociedad actual donde se busca limar cualquier diferencia posible, quien la usa se destruye a sí mismo. Pero la estimo una palabra válida, porque creo cuando se encuentran dos cuerpos diferentes en la superficie tiene que haber conflicto.

¿Sus investigaciones responden a sus propias necesidades e intereses?

Mis proyectos son propios, enteramente propios, lo que no significa que rehuya el contacto con el sector productivo. Por ejemplo, cuando estuve trabajando con problemas de granulometría, llegué a establecer una relación con el CIMM y con Codelco, pero fue tangencial.

A mí me interesaba desde hace mucho tiempo el tema de la sismología, la distribución de los terremotos -mal que mal vivimos en una situación geográfica en que los terremotos a todos nos dicen algo culturalmente-, y de repente gran parte de lo que habíamos hecho con algunos amigos y estudiantes, nos permitió plantear modelos interesantes para problemas bien aplicables en el campo de la minería. Pero, como le digo, no llegué a contactarme con el CIMM y con Codelco porque me dijeran hay que hacer esto, sino por mi interés y porque ellos se sumaron a él.

¿Y qué pasa con los recursos que esta relación puede acercar a la ciencia y el desarrollo de nuevas tecnologías?

Hace 25 años la economía chilena era manejada en un 70% por el Estado, porcentaje que hoy no va más allá del 20%. Sin embargo, sigue siendo el Estado el principal motor de la investigación y las ciencias. ¿Dónde está la empresa, especialmente la privada que maneja el 80% de la economía nacional? ¿Está respondiendo incentivando el 80% de la investigación nacional? ¿o el 50% ¿o el 30%?

¿Y esos problemas de recursos afectan a las áreas de investigación por igual?

El problema particular es ciencias básicas, las universidades no tienen dinero hoy para financiar investigación de manera interna, con montos adecuados y laboratorios de punta. Hoy los presupuestos de todas las universidades estatales están subvalorizados y estas instituciones podrían quedarse atrás irremediablemente, de modo que mañana los únicos laboratorios efectivos fueran los asociados a conglomerados de industrias o de empresas y no los de las universidades.

¿Cómo es la relación entre los científicos y los investigadores con el dinero?

Siempre es complicada. Alguien que decidió que su relación con el dinero era secundaria y que lo que le interesaba era la investigación, se ve con sueldo muy bajo y decide incorporarse a la parte de proyectos; sabe que una parte importante de sus ingresos va a depender de ellos y ahí empieza una relación compleja. Creo que al final lo que se está destruyendo un poco es el espíritu universitario, la llama que empuja a hacer cosas...

Para usted, en particular ¿es difícil esa relación?

Yo no he perdido la llama. Sigo optimista, hago mis investigaciones, soy feliz con ellas, no me deprimo, así que mi relación con el dinero es clara: primero está mi investigación.

 
Revista Correo de la Innovación.
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