EMPRENDIMIENTOS  
REVOLUCION HOSPITALARIA
Quillota el valor de innovar

Pese a formar parte de una red que incluye otros cinco centros de salud en la Quinta Región interior, el Hospital de Quillota -con sus 380 funcionarios- representa algo así como las joyas del imperio para el Ministerio de Salud. De hecho, la población local lo prefiere a otros hospitales y recorre largas distancias para llegar hasta él, porque la atención es muy superior a otros establecimientos.

Los campesinos prefieren ir directamente a él antes que al de La Calera, que queda más cercano; saben que la atención es buena, cuenta Hélène Passtoors, agricultora belga, residente desde hace un par de años en Rabuco, pequeña localidad campesina vecina al Parque Nacional La Campana. Sin embargo, no es el único testimonio.

Fuera de los lindes de la ciudad de Quillota la gente de la zona reconoce que en este establecimiento encuentra una mejor atención de salud.

De hecho, los entendidos se refieren con indisimulado respeto a este centro, aunque en él no todo sea óptimo. Porque, como cuenta Sergio Olivares, presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Quillota, hay reclamos de la gente debido que las escasas horas médicas en el servicio de especialidades está provocando largas esperas.

Allí se encuentra el cuello de botella, porque nada podemos decir de la atención que se recibe en el hospital, y que es buena. Pero, en urgencias y consultorio de especialidades es donde las cosas aún no andan bien. Claro que antes las cosas eran peores, comenta Olivares.

Los cambios comenzaron el año 90 con la llegada del nuevo director, el doctor Francisco Acevedo. El hospital parecía un regimiento. Cierto que culturalmente, después de la iglesia Católica y las Fuerzas Armadas, la estructura de salud es de las más jerarquizadas y verticales. Sin embargo, aquí este tipo de disciplina tenía simbologías extremas, explica el doctor Acevedo.

Sin perder tiempo, el nuevo director inició los cambios. Algunos menores, pero de alto impacto en lo que llamó una revolución contra el feísmo. A los guardias uniformados los transformó en recepcionistas de corbata; abrió el hospital a la comunidad y estableció las visitas diarias, no sólo en pensionado sino en sala común; pintó las camas de colores, a pesar del rechazo inicial de quienes se aferraban al blanco.

Con un grupo de profesionales de confianza, el doctor Acevedo constituyó su equipo directivo. La idea era desarrollar un liderazgo que facilitara las potencialidades del Hospital de Quillota, al que definieron como un foco potente de desarrollo para la ciudad y la zona.

Ambiente acogedor

La doctora Alma Vidales, actual directora del hospital, recuerda que lo primero que se hizo fue recuperar el concepto de salud como un derecho. A partir de eso decidieron que su misión era hacerlo realidad, cuidando los recursos y creando un contexto acogedor, tanto para el cliente externo como el cliente interno.

Definimos al hospital como eficaz, que hiciera bien su labor, eficiente, con el menor costo cada acción; y que fuera amable, afirma. En ese contexto se consideró patrimonio capital a los funcionarios, a las casi 500 personas que pasan la mayor parte de su vida activa entre estas paredes; que se sientan bien, contentas y participen, insiste.

Sigifredo Barriga, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats), recuerda que antes a su organización no se le permitía siquiera el acceso al salón auditorio y la gente tenía que llevar su olla con comida. En 1990, las cosas cambiaron. Nuestro hospital fue el primero donde el personal tuvo acceso a alimentación y uniforme; además se abrió el diálogo con la dirección. Los trabajadores reconocen que ello ha permitido una dinámica de trabajo entre profesionales, técnicos y trabajadores.

De esta manera, se estimuló la participación y la creatividad de todos los involucrados en el manejo del hospital. A esta iniciativa la llamaron una experiencia de gestión con las reglas del juego de hoy; es decir, comenzar los cambios sin esperar que se modifique el Estatuto Administrativo, ni contar con mayores recursos financieros, enfatizando una gestión de los recursos humanos que provoque los cambios culturales que innoven y modernicen el Estado.

En Internet

La nueva gestión incorporó tecnología de punta, para lograr un proceso más fluido de atención al paciente. Con la formación del Departamento de Informática en 1993, se estableció un sistema de optimización de los recursos, en especial de urgencia, pediatría y en atención al paciente. Junto a la creación de una tarjeta con código de barras, que favorece hasta ahora la consulta de mil pacientes, el hospital ha instalado una página web en Internet.

El esfuerzo innovador ha integrado la creatividad a la comunicación de una nueva imagen. Un concurso permitió crear el nuevo logo del hospital y el lema nuestro esfuerzo a su servicio, recogida en forma corporativa por el personal. Lo que es reforzado por la entrega de elementos símbolo como el boletín informativo mensual y un calendario a cada funcionario.

Pero estos adelantos no se han hecho en el aislamiento. La dirección del hospital de Quillota se refiere a los convenios de hermanamiento que mantiene con instituciones españolas, que le han permitido capacitar a 35 funcionarios, entre profesionales de la salud y administrativos. De estos convenios derivó el Servicio de Atención al Paciente (SAP) que se creó en 1995, adaptado de un homónimo que tiene el Hospital de Mósteles de Madrid, con el que se mantiene uno de los convenios de hermanamiento.

Helia Puebla, asistente social y jefa del SAP, señala que esta modalidad aprovecha diferentes alternativas que brinda el sistema para capacitar a funcionarios en el quehacer hospitalario, el manejo del público y de situaciones especiales. De esta forma respondemos a las demandas de información y a las quejas de los pacientes en forma adecuada, personalizada e instantánea, afirma.

A ello se agrega un convenio reciente con Haíti, que ha resultado en la asesoría de dos profesionales chilenos al hospital Justinien, de Cap Haitien, y la acogida al médico haitiano Yvel Zéphyr, quien llegó el 4 de noviembre del año pasado a cumplir una estadía de capacitación en gestión hospitalaria.

Ahora, los funcionarios esperan que su esfuerzo se traduzca en una mayor asignación de recursos para enfrentar la creciente demanda que está teniendo el hospital, convertido en centro de interés de la población de la zona.

 
Revista Correo de la Innovación.
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