¿Qué se puede hacer para que no todo el jurel acabe como harina de pescado? Esta simple pregunta fue la que motivó uno de los proyectos de investigación que mayores repercusiones podría tener de los surgidos últimamente de la Escuela de Alimentos de la Universidad Católica de Valparaíso. Y su respuesta se puede resumir en dos palabras: símil loco.

En nuestro país, alrededor del 92% de toda la pesca se destina a la elaboración de harina de pescado, producto de escaso valor agregado utilizado para la alimentación de animales. Y buena parte de ese porcentaje se lo lleva la pesca masiva del jurel -alrededor de cuatro millones de toneladas-.

Esta realidad fue la que impulsó a los académicos de la universidad porteña para buscar otras alternativas al uso de esta especie marina. Con financiamiento de la propia universidad, los investigadores trabajaron en esa dirección basándose en la experiencia japonesa del surimi, un pequeño pez con el que se fabrican símiles de diversos productos marinos. Finalmente, consiguieron fabricar un símil del molusco loco a base de jurel.

Esta tecnología permitiría aumentar notablemente el valor agregado de este pescado y diversificar su uso de manera de no depender exclusivamente de las variaciones en el precio de la harina. Los resultados obtenidos, especialmente en cuanto a forma, textura y color, han sido calificados como muy alentadores. Sin embargo, aún se está perfeccionando el producto de cara a su futura exportación.

 
Revista Correo de la Innovación.
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