ENTORNO  
José Elías, presidente del jurado del Premio Nacional a la Calidad 1997
"Poner nota a una empresa no es nada fácil"

De la premiación, de lecciones y de recomendaciones sobre la primera versión del Premio Nacional a la Calidad hablamos con el destacado académico y empresario José Elías, quien en su calidad de presidente del jurado nos contó sus impresiones.


Según tenemos entendido, el Premio Nacional a la Calidad en Chile se basó fundamentalmente en su homólogo norteamericano "Malcom Baldrige" y en la experiencia japonesa. ¿Es lo mismo plantear un premio de este tipo en Estados Unidos o Japón que hacerlo en Chile o en cualquier país en vías de desarrollo?

  • El objetivo de este premio, al elegir una empresa determinada, es buscar una especie de paradigma, un referente para el sector productivo nacional. Chile abrió su economía y al hacerlo tiene que ponerse al nivel de los estándares internacionales. Es cierto que nosotros no podemos exigir hoy los estándares que tiene el "Malcom Baldrige" o el "Deming" japonés, pero lo que pretendemos es apuntar al mejor estándar posible para competir. La meta de este premio es llegar a los niveles internacionales, pero obviamente está pensado considerando la situación chilena.

¿Qué cosas fueron las que más llamaron la atención del jurado como para premiar a la Compañía Minera Disputada de Las Condes?
  • En primer lugar, su tipo de administración. Tiene una gestión muy participativa y que ha logrado grandes cuotas de identificación de todos los estamentos con la empresa. En segundo lugar, efectivamente hay un esfuerzo no sólo en el tema de la calidad sino también en el de la innovación, y del cambio. Y en tercer lugar, la preocupación ecológica de la empresa.

¿Podría detallarnos más esos tres aspectos?
  • En primer lugar, llama la atención esos seis años de compromiso con los sectores laborales, en términos de utilidades y de reparto o reajustes. Eso es algo muy escaso en Chile, e incluso internacionalmente.

¿Y respecto al esfuerzo en la calidad?
  • Con ello me refiero a la preocupación permanente por la innovación y el mejoramiento como empresa y como equipo. Hay participación de los distintos estamentos de la empresa en el proceso de innovación y hay mecanismos que articulan esa participación. Es obvio que ésta es una empresa importante, grande, que, en principio, parece tener facilidades para ello.

    Pero creo que había que premiarla, porque no hay que olvidar que los márgenes de operación para dedicarle recursos a esto, tanto en la minería como en una empresa manufacturera en general, son muy marginales.

¿Y en lo referente al medio ambiente ¿en qué se refleja esa preocupación?
  • En los bajos índices de contaminación. Las inversiones que ha hecho la empresa en términos de cuidar el medio ambiente son bastante importantes. Lo curioso es que sabemos que hay otras empresas en Chile que tienen problemas. Lo vemos todos los días en las noticias.

    Entonces, que una empresa minera tenga niveles de contaminación tan bajos es verdaderamente meritorio.

¿Considerando la trayectoria y el rango internacional que tiene La Disputada ¿no cree que se ha puesto la vara demasiado alta?
  • Bueno, ahí entran las sugerencias que hemos hecho para el próximo año. Una es ver si es posible hacer premios de tipo regional: que en una región compitan empresas más o menos parecidas, porque a nivel nacional la vara es más alta, simplemente. Así se crean premios más acordes con la realidad local, para luego pasar a un premio nacional, ajustado con esta experiencia.

¿Y por qué no hubo menciones honrosas?
  • Respecto a eso hay dos cosas. Primero, que estas menciones honrosas se parecen mucho a los premios de consuelo. En segundo lugar, muchas veces para lo único que sirven es para confundir. Decidimos que si no había algo extremadamente meritorio, era preferible no dar premio. Así no se confunde a la opinión pública.

¿Y se piensan bajar los estándares?
  • Yo no puedo responder esa pregunta porque no sé lo que va a pasar. Pero creo que lo que hace falta es dar facilidad para llegar a los empresarios, que haya una mejor comprensión de lo que es el Premio y de la forma de presentarse, porque el puntaje que establecimos como mínimo es perfectamente alcanzable para muchas empresas. Diría que la base es razonable para Chile y de ahí para arriba es lo que hay que trabajar. Quizás haya que explicitar más lo ocho criterios.

¿Se refiere a desarrollar más estos criterios?
  • Me refiero a que la empresa, cuando recibe la información, puede internalizarla mal. No saber bien qué es lo que pide el Premio puede generar malas interpretaciones en las empresas.

 
Revista Correo de la Innovación.
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