La producción de instrumentos médicos de alta tecnología es una actividad casi inexistente en nuestro país.

Lo más cerca que se ha estado de ello han sido adaptaciones locales de equipos desechados en países desarrollados, con resultados diversos, y de discutibles aportes tecnológicos al partir de tecnología obsoleta.

Sin embargo, la importación de estos equipos ha crecido sostenidamente en los últimos años y se espera que lo haga más con el aumento en la inversión pública en salud.

Un grupo de investigadores de la Universidad Técnica Federico Santa María y de la Universidad de Valparaíso está trabajando en el desarrollo de una tecnología que permitirá la producción de equipos de cardiología en nuestro país y que, más adelante, podrá ser utilizada para otras disciplinas.

Los equipos tendrán una importante ventaja comparativa por su alta confiabilidad y bajo costo, lo que augura una muy buena comercialización -debería cubrir entre el 30 y el 35% del mercado nacional-. Los países latinoamericanos podrían ser un gran mercado, ya que los productos argentinos y brasileños, de calidad limitada, aún no han penetrado con fuerza.

Una vez traspasada la tecnología el sector productivo -actualmente se encuentran los prototipos en pruebas de validación- el país podría estar en condiciones de producir unos 200 equipos anuales, en un principio, con unas ventas no inferiores a los US$ 2 millones.

Se prevén importantes impactos en la creación de nuevas empresas, aumento en las exportaciones y ahorro en gasto estatal, que por día-cama podría llegar a los $ 100 millones anuales.

 
Revista Correo de la Innovación.
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