El sistema de cobro ha sido uno de los aspectos claves en la iniciativa del Ministerio de Obras Públicas de construir autopistas urbanas en Santiago bajo el sistema de concesiones. El sistema tradicional de plazas de peaje no se acomoda a este tipo de vías, ya que la disminución de velocidad y detención del vehículo para el pago va en contra del aumento en la velocidad de circulación y la fluidez del tránsito que se pretende.

El telepeaje fue la solución a este problema. Consiste en la utilización de un dispositivo electrónico denominado Transporter o tag, mediante el cual el automóvil es identificado al pasar por las instalaciones de detección, procediéndose al cargo de la tarifa que corresponda, sin necesidad de detención ni tan siquiera de disminución de la velocidad.

El vehículo se comunica mediante una señal de radiofrecuencia que transmite un código identificatorio único que se asocia a una cuenta -con un monto previamente depositado- del vehículo o el usuario. La tarifa puede ser automáticamente descontada de dicha cuenta o acumularse en cuentas de crédito que son posteriormente enviadas por correo a los usuarios.

Si la tecnología manual, actualmente utilizada, tiene una capacidad de procesamiento de 350 vehículos/hora por pista, mediante el telepeaje electrónico esa cifra puede llegar hasta los 2.000.

En razón a las ventajas mencionadas, a contar del año 2.000 esta tecnología se usará en los proyectos de carreteras urbanas del Sistema Oriente - Poniente (Costanera Norte/Avenida Kennedy), el Sistema Norte - Sur y la Circunvalación Américo Vespucio.

 
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