PIONEROS  

Nobel para la gestión forestal chilena

El pasado mes de abril, el Instituto para la Investigación Operativa y de las Ciencias Administrativas de Estados Unidos otorgó a un grupo de académicos y a un consorcio forestal chileno el premio Franz Edelman. El galardón es uno de los más prestigiosos del mundo en el área de la Investigación Operativa y nunca había pasado por manos latinoamericanas.


Roberto Palet

No es tan conocido como los premios Oscar o los Nobel. Difícilmente, la prensa no especializada le dedicaría un corresponsal. Sin embargo, el premio Franz Edelman a las Ciencias Administrativas aplicadas es de un nivel de competitividad similar al primero y de una excelencia similar al segundo. Y ocurre que este año, por primera vez en sus 27 años de historia, lo ganó un trabajo latinoamericano.

Con una serie de proyectos desarrollados desde 1989, el consorcio formado por las principales empresas forestales del país Bío-Bío, Arauco, Mininco y Millalemu y un grupo de académicos del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, fue el ganador de la edición 1998. El galardón es otorgado por el Instituto para la Investigación Operativa y las Ciencias Administrativas (Informs, en su sigla en inglés), de Estados Unidos, y es considerado uno de los más prestigiosos en el ámbito de las Ciencias Administrativas en trabajos aplicados.

Empresas de la talla de American Airlines, AT&T o la empresa pública de ferrocarriles franceses SNCF, han obtenido este Nobel. Entre los finalistas de este año se encontraban la cadena distribuidora Sears, la gigante europea de cereales Cerestar, la empresa de transporte petrolífero Maritrans y la Administradora de Fondos de Inversión Grantham, Mayo, Van Otterloo & Co. Todas ellas con ventas por sobre los US$ 5 mil millones anuales.

El premio, que consta de US$ 25 mil, es la confirmación del nivel de gestión que está adquiriendo el sector forestal exportador chileno. Es un sello de garantía para las empresas chilenas del sector en el sentido que sus sistemas de gestión son de clase mundial, señala Andrés Weintraub, académico investigador de la Universidad de Chile y director de los proyectos. Especialmente relevante es este hecho, considerando que varias de las compañías forestales involucradas cuentan con capitales extranjeros y que para ellas es de gran valor mostrar a sus empresas matrices tal nivel de calidad.

Cooperación v/s competencia

Los sistemas de gestión desarrollados (ver recuadro en página 40) ya se están aplicando en las empresas forestales ganadoras del premio, lo que ha permitido ahorros del orden de los US$ 15 millones anuales para el sector. La cifra no es nada despreciable si se considera que alcanza, en algunos casos, al 20% de los costos operacionales.

El presidente del jurado, Stephen Strauss, investigador de AT&T, resumió los méritos de los chilenos señalando que utilizando la investigación operacional, han desarrollado herramientas que les han permitido mejorar su eficiencia, a la vez que han conseguido positivos impactos en la calidad de vida de sus trabajadores y en el entorno ecológico de sus plantaciones. Para el presidente del jurado uno de los aspectos más interesantes del trabajo es el grado de colaboración logrado entre empresas que son competidoras entre sí, cooperación que incluso ha traspasado las fronteras chilenas.

Las empresas forestales chilenas llevan varios años creando instancias de cooperación, principalmente en áreas tecnológicas y de calidad. Han llegado a la conclusión que en los mercados mundiales hay aspectos en los que es mejor que a todas les vaya bien.

En el financiamiento del proyecto participaron todas las empresas involucradas. Pero en la fase determinante, contaron además con recursos de las universidades y del Estado. Este último, a través del Fondef, aportó más de $320 millones (poco más del 50% para la etapa).

Como sistema de trabajo se eligió a una o dos empresas para servir de piloto y una vez finalizado el proyecto se compartieron los resultados.

Para el grupo de académicos que desarrolló los sistemas de gestión, el premio también significa un importante reconocimiento. Nos coloca en el mapa, señala Weintraub. Si bien, con anterioridad ya habían recibido llamados y se les había solicitado asesorías en Sudáfrica, Brasil, Colombia y Nueva Zelandia, el premio les otorgará vitrina mundial de primera mano.

Trabajo en equipo

Los modelos de gestión que permiten mejorar la productividad de las operaciones forestales fueron desarrollados, en conjunto, por un núcleo básico integrado por los académicos Andres Weintraub, Rafael Epstein y Ramiro Olivares, y el gerente general de Bosques Arauco, Jorge Serón.

Weintraub cuenta que el sistema de trabajo establecido ayudó enormemente a llegar a buen puerto. Siempre existió una contraparte en la empresa, técnicamente muy preparada y muy audaz con la que se trabajaba codo a codo.

Sin duda, el trabajo realizado deja varias lecciones para el desarrollo de proyectos similares. En primer término, la conveniencia de aunar esfuerzos en el tema de Investigación y Desarrollo (I+D), juntando no sólo recursos, sino también cerebros. En segundo término, quedó demostrada la capacidad que existe en Chile de hacer cosas a nivel mundial. Y, por último, que la relación universidad - empresa se debe abordar como un verdadero trabajo en equipo.

Un pionero silencioso

Oculto entre la inmensidad de la Universidad de Chile,el ingeniero-académico Andrés Weintraub es uno de los grandes cerebros que posee nuestro país en Ciencias Administrativas. Su trayectoria lo confirma.

Sin duda, quien más hizo para la consecución del premio Franz Edelman fue el académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, Andrés Weintraub. En primer lugar, porque la iniciativa de postular fue suya.

Estudiante de Ingeniería Eléctrica en los años 60, Weintraub llegó a las Ciencias Administrativas y específicamente a la Investigación en Operaciones, de rebote. Algo decepcionado con la marcha de su carrera y aburrido de que sus compañeros no quisieran formar grupo con él porque echaba a perder los aparatos, comenzó a formar parte de un incipiente curso impartido por el Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile. Era de las primeras cosas que se hacían en Chile en investigación operativa, explica. El curso le gustó, y tanto, que terminó su carrera con una tesis donde aplicaba los conocimientos adquiridos en la empresa de telecomunicaciones Entel.

Rama de las ciencias administrativas, la Investigación en Operaciones es una disciplina difícil de definir hasta por el propio presidente de la Federación Internacional de Sociedades de Investigación en Operaciones, cargo que asumió el 1 de enero de este año. Es una disciplina que apunta a apoyar la toma de decisiones a partir de métodos científicos, básicamente, utilizando modelos cuantitativos, matemáticos y sistemas computacionales, explica.

En dicha especialidad, Andrés Weintraub se ha convertido en una eminencia de nivel mundial. Tras realizar su doctorado en Ingeniería Industrial en la Universidad de California inició una larga relación con dicha institución y algunos servicios públicos de Estados Unidos. Académico en ausencia, durante 15 años, realizó varios trabajos para el Gobierno norteamericano. Entre ellos, modelos de planificación regional, de transporte, de planificación forestal y de gestión medioambiental.

Uno de sus proyectos más interesantes lo realizó en 1977 para el Servicio Forestal. La Disney quería hacer un proyecto turístico de mil millones de dólares en el último lago virgen del Estado de California. Lo que hice fue un modelo para evaluar los impactos ambientales, sociales, económicos y silvícolas de ese proyecto. La idea era ver cómo compatibilizar distintos objetivos: económicos, de empleo, del agua que se ensucia, del ruido, entre otros. No son temas que se pueden reducir a pesos simplemente, señala.

En nuestro país, gran parte de sus actividades las ha desarrollado en la Universidad de Chile. De hecho, ha sido uno de los pioneros en la creación del Grupo de Investigación Operativa al interior del plantel e impulsor del cada vez más prestigioso Departamento de Ingeniería Industrial. Junto al también académico Oscar Barros y al actual director del Servicio de Impuestos Internos, Javier Etcheberry, han venido desarrollando desde la década de los 60 un grupo de alto nivel en este campo.

La pluralidad, la voluntad de excelencia, la libertad de criterio y el compañerismo son, a su juicio, los principales valores que le han permitido conseguir con éxito sus objetivos, materializados en el premio recientemente otorgado. Son todos elementos que crean un ambiente de trabajo muy bueno, que va atrayendo a la mejor gente y creando sinergias positivas entre todos, explica. De hecho los dos nuevos integrantes del Grupo de Investigación Operativa, becados en el Massachussets Institute of Technology (MIT), fueron los mejores de su generación.

Carrera modelo

Entre los muchos trabajos de investigación y asesorías en Chile y el extranjero realizados por el profesor Weintraub, e independientemente de los que ganaron el premio Edelman, se destacan los siguientes:
  • Conaf (1981): modelo de evaluación del valor de los bienes y servicios existentes en los parques nacionales.

  • Codelco (1985-1990): modelo matemático para la programación de los gigantescos camiones de transporte de la minera.

  • EFE (1991): modelo para los ferrocarriles del Estado conducente a evaluar cuánta madera se podría mover si la empresa funcionará correctamente y cuánto podría mover en el futuro.

  • MOP (1992): modelo precursor de las concesiones viales. Analizaba cuánta madera podría circular por los distintos caminos en el futuro y, de programarse nuevas rutas, cuánto se estaría dispuesto a pagar.

  • Fondef (1997-2000): en la actualidad desarrolla un proyecto de evaluación de los impactos económicos de las políticas ambientales en el manejo forestal.

 

 
Revista Correo de la Innovación.
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Los cinco magníficos

El trabajo galardonado en la edición 27 del premio internacional Franz Edelman, consta de cinco sistemas. Se trata de aplicaciones computacionales destinadas a apoyar la toma de decisiones en el sector forestal, y han sido desarrolladas desde 1989.

Asicam: aplicado en la mayoría de las empresas forestales chilenas, este sistema optimiza el uso de los camiones. Fue el primer modelo operativo en el mundo aplicado al transporte forestal. El sistema centraliza la información relativa al tipo de madera que se necesita movilizar, dónde se ubica, cuánto se necesita en los distintos destinos, y con cuántos camiones y grúas se cuenta. Se pone en marcha el día anterior y sus resultados, con la programación de viajes, se envían a cada uno de los choferes. Ha reducido los costos de transporte entre un 15 y un 35% y ha mejorado la calidad de vida de los choferes con una reducción de la jornada de trabajo en cuatro horas y un aumento de los sueldos gracias al aumento de la productividad.

Opticort: permite optimizar el uso del árbol, obteniendo el producto más rentable de cada bosque. Sirve para planificación de mediano plazo (tres meses). La idea es calzar la madera que se tiene para cortar con la demanda estimada. Su uso evita que las partes más nobles del árbol se utilicen para fines menos rentables. Se estiman ahorros del orden de los US$ 2 millones por empresa.

Planex: fue desarrollado en conjunto con académicos de la Universidad de Oregon (EE.UU.). Su uso permite optimizar el diseño de caminos y la localización de maquinaria en las faenas de extracción. Se trata de un sistema gráfico que integra información relativa a alturas del terreno, cantidad de árboles, caminos existentes y calidad del suelo. Además de los aumentos de productividad, permite minimizar los impactos ambientales de dichas faenas.

Optimed: es un modelo que ayuda a la planificación estratégica del sector forestal en el mediano plazo (tres a cinco años). Permite equilibrar la oferta de la empresa con la demanda esperada, incluida la construcción de caminos.

Medfor: es similar a la anterior aunque su horizonte de planificación es de largo plazo (40 años).

Permite evaluar el impacto de distintas políticas silvícolas junto a decisiones de inversión en nuevas plantas, fábricas y plantaciones.

 

Bosques pujantes

El sector forestal chileno, el segundo en importancia en el país después de la minería, genera alrededor del 13% de todas las exportaciones nacionales. En 1997 las exportaciones forestales alcanzaron los US$ 1.829 millones, principalmente gracias a productos como la pulpa química (40%) y la madera aserrada (10%), aunque también se cuentan piezas manufacturadas, celulosa y papel.

El sector ha crecido a una tasa del 12% anual en los últimos 20 años y todavía tiene capacidad de expansión para los próximos 20 años. En todo el país emplea actualmente a unas 98 mil personas, principalmente en el área de extracción. Sus plantaciones están fuertemente concentradas en el pino radiata (75%) y en menor medida en el eucalipto (17%).

El sector está conformado principalmente por grandes empresas privadas, dueñas de sus propias plantaciones de pino y eucalipto, e integradas verticalmente en plantas de pulpa y aserraderos. Entre las principales se encuentran el grupo Arauco (Bosques Arauco, Forestal Celco y Forestal Valdivia) y las forestales Mininco, Bío-Bío, Millalemu, Terranova y Cholguán.