ESPECIAL  
Los caminos para la innovación en la PYME

La Corfo ha desarrollado un importante aporte en el cambio de mentalidad, la capacitación en gestión limpia y la tecnología para mejorar procesos productivos, adecuando sus herramientas de fomento a los requerimientos actuales del medio ambiente y la Producción Limpia.

En la pequeña y mediana empresa, los conceptos de productividad y medioambiente muchas veces se encuentran disociados. 
Hasta hace pocos años, estos industriales pensaban que lo central era la reducción de costos y la competitividad. La protección del ambiente tenía menor prioridad y se le consideraba más bien una fuente de conflictos con la comunidad y la autoridad fiscalizadora.

Si bien esa mentalidad persiste en algunos sectores, otros se han abierto a una asociación a ambos conceptos. Este proceso, sin embargo, no ha sido espontáneo; ha requerido de estímulo y respaldo, porque el acceso a la innovación tecnológica en los procesos productivos depende generalmente de los recursos. Es ahí donde adquiere relevancia el esfuerzo mancomunado del sector público y privado.
En ese marco, Tomás Vial, Gerente de la División de Fomento y Desarrollo Productivo de Corfo y Presidente del Fondo Nacional de Desarrollo Tecnológico y Productivo (Fontec), destaca el papel de la Corporación en lo que se refiere a la incorporación del tema medioambiental en el desarrollo productivo de las Pymes.

Explicó que tempranamente se detectó la relación entre eficiencia productiva y gestión medioambiental. En 1995, se realizó un trabajo de caracterización de sectores con el World Resource Institute (WRI), donde se visualizó el potencial de las Pymes en este campo: al existir ineficiencia productiva, se producía una alta eliminación de desechos al medio ambiente, explicó  Tomás Vial.
Ese mismo año, en conjunto con Intec, la Corfo generó el proyecto del Fondo de Desarrollo e Innovación denominado: Apoyo a la Gestión Medioambiental de la Pyme a través del fortalecimiento de la oferta (FDI Pymes). Este ha sido conductor del uso de diversos instrumentos de apoyo en la materia, fortaleciendo la formación de recursos humanos orientados a la introducción de gestión ambiental en la Pyme.

Guías empresariales

La primera herramienta de Corfo en esta área fue el diagnóstico rápido a las Pymes. Posteriormente, elaboró una Guía Empresarial del Medio Ambiente, con la participación de Intec, que explica a los privados en forma de diagrama de flujo, cómo reconocerse dentro del sistema y saber cuál es el paso a seguir, instrumento que tuvo una acogida positiva entre el empresario.

En conjunto con Intec y Sercotec, se construyó la Guía Metodológica para Asistencias Técnicas Medioambientales, que aborda  cómo hacer asistencia técnica ambiental usando el Fontec.

Actualmente, Corfo está elaborando una tercera herramienta: la Guía Simplificada de Gestión Ambiental, orientada a las Pymes industriales a nivel nacional, y cuyo objetivo es que las empresas introduzcan gestión ambiental, mejoren su posición ante la reglamentación nacional e internacional y aumenten su productividad y eficiencia. Para ello, se están realizando 22 planes piloto entre las Regiones V, Metropolitana y VIII, zonas de mayor concentración de industrias y volumen de problemas ambientales. 
 
La herramienta también se ha aplicado en empresas de servicios como hoteles, restaurantes, servicios automotrices y otros, originando una versión especialmente orientada a ellos. Asimismo, está en proceso de diseño una revista especializada en producción limpia dirigida a las Pymes. El proyecto tiene un aporte de Corfo de US$ 500 mil.

El Llamado al Mundo Financiero

Tomás Vial destacó que este trabajo de la Corfo, permite crear un cambio cultural , y recalcó la importancia de potenciar todos los instrumentos de la Corporación, destinando más recursos en esta acción. El modelo de producción limpia es económicamente rentable, viable y conveniente, pero hay un proceso que requiere inversión y amerita financiamiento. Es allí donde deben intervenir las instituciones bancarias.


En su opinión el mundo financiero tiende a ser extremadamente conservador; valora más la garantía que la calidad de los proyectos. Falta una visión que apunte a la resolución de problemas, afirma. 
En ese contexto, Corfo está construyendo una política de estímulo al sector bancario y financiero para abrir el tema medioambiental y de innovación tecnológica.

 
Revista Correo de la Innovación.
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EL PAPEL DEL FONTEC

La demanda de los empresarios en torno al tema medioambiental ha sido un factor gatillante de iniciativas de Corfo. En 1991, cuando se creó el Fondo Nacional de Desarrollo Tecnológico y Productivo (Fontec), el sector privado comenzó a manifestar su demanda por instrumentos de fomento tecnológico con orientación al manejo de la variable ambiental.

Cristián González, ejecutivo de proyectos del Fontec, manifestó que los requerimientos han crecido sustantivamente en estos años. Existen alrededor de 50 proyectos de innovación tecnológica, calificados como proyectos ambientales. De ellos, la mitad está asociada directamente con procesos productivos que descontaminan desde sus insumos hasta el producto final. Esto se traduce en US$ 8 millones de costo total sólo en proyectos de innovación tecnológica, en los cuales el aporte Corfo ha sido del orden de los US$ 4 millones, explicó.

Es importante aclarar esos US$ 4 millones en investigación generan US$ 40 millones de inversión productiva en la materia.

Por otra parte, Fontec ha financiado 10 misiones tecnológicas que han movilizado a más de 100 empresarios para conocer tecnología de punta, tanto ambientales como de producción limpia, en países como Alemania, Suecia, EE.UU. y Canadá, entre otros.

PANADEROS: DE LA LEÑA AL PETROLEO

El aumento de las exigencias a la emisión de material particulado para fuentes fijas en la Región Metropolitana fue un impulso decisivo en la innovación de un sector tradicional de la producción nacional: las panaderías. 

En marzo de 1992, el Decreto Supremo Nº4 estableció una norma de emisión de 112 ml/m3, que más tarde fue superada por una segunda más exigente aún, y que ponía como límite para la emisión los 56 ml/m3.

La nueva disposición complicó principalmente a las pequeñas y medianas empresas, entre las que se encuentran las panaderías.

En un 90%, los panaderos funcionaban con hornos a leña, cuyo nivel de contaminación impedía una solución fácil. Entonces, la alternativa era innovar o simplemente cerrar el negocio. En ese marco, el Programa de Control de Emisiones de Fuentes Fijas del Sesma, decidió realizar un análisis que permitiera determinar la mejor solución técnica para los panaderos. A partir de un estudio de Intec, se elaboró una carti- lla que se repartió a través de la Asociación de Industriales Panaderos (Indupan), y en la cual se demostraba que el cambio a una combustión más limpia, con gas licuado o petróleo diesel, permitía cumplir con las normas y, además, era económicamente rentable. La leña tenía un costo adicional por almacenaje y sus hornos requieren un tiempo mayor de preparación, por lo que se elevaba los costos en horas/hombre.

Además, el cambio a una combustión más limpia permitió simplificar la metodología de medición de las emisiones, lo que se tradujo en un nuevo ahorro.