Útiles consejos para no equivocar el camino:

7 cosas que los grandes emprendedores no hacen

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En estos días, cualquiera con una MacBook y un blog piensa que es un emprendedor. Así al menos opina Steve Tobak gerente de Invisor Consulting. “Tengo algo duro que decir a esta generación de emprendedores: llamarte a ti mismo CEO no te hace uno y un pequeño ejército de seguidores en Twitter no te convierte en un líder“, agrega.

Como cierto sabio dijo alguna vez: “Hay emprendedores y EMPRENDEDORES“. No es mi intención desbaratar sus esperanzas y sueños, precisa Tobak, “pero la verdad es que la mayoría simplemente no están hechos para ser empresarios o líderes. Sé que no quieres oír eso, pero es la verdad. Y cuanto antes te das cuenta que no serás la segunda venida de Mark Zuckerberg, mejor”, puntualiza.

Según Tobak, “aunque no existe una talla única para todos los modelos de verdaderos emprendedores, en mi experiencia, hay algunas cosas que parecen tener en común. Esto puede sorprender, pero lo que los distingue no es una larga lista de atributos. Son sus acciones. Lo que los hace únicos es lo que hacen y, quizás más importante, lo que no hacen”. A continuación, un listado de las cosas que no hacen los grandes emprendedores.

  1. Ellos no piensan en un balance Vida-Trabajo. Son en su mayoría adictos al trabajo. Lo que significa que su trabajo es lo primero. Es lo que viven. No son personas despreocupadas, amantes de la diversión que viven para el fin de semana. Ellos viven para hacer lo que les gusta, y eso es trabajar.
  2. No tratan de ser lo que no son. Probablemente el mito de negocios más perjudicial desde hace varias décadas es la marca personal. No eres un producto, y no puedes cambiar lo que eres. Además, los buenos emprendedores no piensan en sí mismos. Piensan en sus ideas y en cómo convertirlas en grandes productos y servicios. Y eso es lo que ofrecen.
  3. No lo hacen por el dinero. Ellos no se quejan de lo difícil que es trabajar por una miseria. Simplemente lo hacen. Y porque son apasionados de lo que hacen y porque se enfocan como un rayo láser, el dinero finalmente llega, en grande.
  4. No tienen un trabajo cotidiano. Los grandes emprendedores no sólo sumergen sus pies en el agua. Saltan de cabeza y sin pensar en las rocas. Ellos no hacen un poco de esto y un poco de aquello. Cuando chocan en algo que creen que es realmente fresco y emocionante, ponen todo en eso.
  5. No le dan espacio al miedo. Ellos no prestan atención a las voces en su cabeza (ya sabes, las que te persiguen con todo lo que puede salir mal). No son ajenos al miedo, claro está. Nadie lo es. Simplemente no dejan que el miedo les impida tomar riesgos. Sin embargo, ellos escuchan algunas voces: la voz de la razón y sus instintos.
  6. No tienen grandes visiones. Aunque algunos tienen grandes ilusiones de que están destinados a la grandeza, en su mayor parte, por lo general no tienen grandes visiones para sus empresas. Zuckerberg, por ejemplo, no estaba tratando de crear una empresa. Sólo quería obtener las miradas de sus compañeros de clase.
  7. Ellos no tienen mentores virtuales. Actualmente, la mayoría de las personas siguen a todo tipo de escritores, bloggers y tweeters. Eso está bien, pero para conseguir un lugar en la vida, para hacer grandes cosas, hay que tener mentores reales en el mundo real. El ex presidente de Intel, Andy Grove fue el mentor Steve Jobs. Jobs, por su parte, fue el mentor de los fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin. Detrás de todo gran empresario hay al menos un buen mentor. Uno de verdad.

Lo más importante, los buenos emprendedores no se llaman a sí mismos emprendedores. Ellos no hacen lo que hacen los demás. No siguen el status quo, la sabiduría convencional o las modas populares. Ellos tallan su propio camino. Son líderes de su propio destino. Eso es lo que los impulsa. Y es por eso que consiguen lo que quieren.

Fuente: Steve Tobak gerente de Invisor Consulting. Artículo publicado originalmente en Entrepreneur.

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