En ellas sostiene su exitosa gestión:

Estas son las 9 reglas de innovación de Google

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Gran parte del éxito de este gigante de internet, creado en 1998 por los entonces estudiantes de la Universidad de Stanford Larry Page y Sergey Brin, se debe a que tiene a la innovación y la generación de valor como parte sustancial de su día a día. A continuación, los nueve ejes innovadores que conforman el quehacer de esta compañía instalada en Silicon Valley.

  1. Atrae a las personas con talento. Busca de manera ingeniosa a las personas para la compañía, que sean cerebros frescos,  dinámicos y que estén dispuestos a aprender. Una vez publicaron un aviso con una especie de acertijo, pero sin identificarse como Google y las personas que lo resolvían obtenían una cita con el departamento de recursos humanos de la compañía. Además, el talento también puede venir de las adquisiciones o de comprar compañías. “Android era algo pequeño, la compramos, apostamos por su tecnología y hoy venden, al día, 650.000 androids”, dicen en Google.
  2. Las ideas vienen de todas partes. Estar atento a quién puede dar una buena idea, que puede surgir de los lugares más insospechados. Google Maps era una empresa australiana que compró Google a dos jóvenes emprendedores. Hoy, es uno de los servicios más importantes y útiles de Google. Un nuevo servicio que llegará pronto a Europa es el Hotel Finder (ya funciona en Estados Unidos). Utilizando las fotos de los turistas, el programa sugiere al viajero (turista o persona de negocios) hoteles en la zona que prefiera, intentando acercarse lo más próximo a las  necesidades.
  3. Compártelo todo. Los usuarios ayudan al crecimiento de la plataforma. Hacer que se hable de la compañía, invitar a compartir todo. Dar a conocer los productos.
  4. Persigue tus sueños. Google permite a sus empleados trabajar cuatro días en proyectos de la empresa y les da un día para que ellos desarrollen un proyecto personal, relacionado con la empresa. Una aplicación, como el Tsunami People Finder, surgió del tiempo libre de un equipo de empleados.
  5. Ciclos cortos, aprende y mejora. Monitorizar todo el producto. Tiempo, abandono, tiempo de permanencia, número de clics, zonas más visitadas. En Internet es difícil predecir que puede o no funcionar. Por eso, hay que arriesgarse, lanzarse y estar dispuesto a triunfar o fracasar. Pero es vital escuchar al consumidor y realizar los cambios permanentes según la monitorización del producto.
  6. Los datos están presentes en todas partes. Las decisiones se basan en hechos, no en especulaciones. Un cambio en el tono azul de una columna de publicidad (la que va a la derecha en el correo de Gmail) representó grandes ganancias. Existen 400 tonos de azules, se probaron varios, luego encontraron uno en especial el cual se comprobó que las personas hacían más veces ‘click’. Un plus que represento a la compañía US$ 200 millones. “El tono azul”
  7. No deseches proyectos, transfórmalos. Si algún proyecto no tiene éxito hay que estudiarlo e intentar darle la vuelta. Un ejemplo que siempre dan es el caso de Google Recetas, un programa que sugería recetas al escribir los ingredientes con los cuales contaba la persona. Para darle más fuerza, descubrieron que los usuarios que lo usaban no sabían cocinar, así que le agregaron vídeo para hacerlo más dinámico. El cambio ayudo a impulsar la aplicación.
  8. La creatividad mejora con las restricciones. Siempre es necesario guiar a los creativos con pautas y dar un reto con especificaciones. Por ejemplo, pedir la construcción de un computador para las zonas marginadas del tercer mundo. Un computador de US$ 75, con tarjeta GCM, sin disco duro, con batería de larga duración. Pensando en una necesidad especial. Una manera de estimular la imaginación y el ingenio con misiones claras.
  9. Enfócate en el usuario y espera el resto. La idea es apostar por el producto y la usabilidad, luego se verá cómo hacerlo rentable. Por ejemplo Facebook cuenta, hoy en día con 900.000 millones de usuarios pero la compañía aun no sabe cómo hacerlo rentable. Pero el éxito del mismo producto, y de muchos otros dará las claves para su rentabilidad. Son apuestas que toman en cuenta a los usuarios y consumidores. Cubriendo necesidades algunas veces, creándolas en otras ocasiones o dando nuevas herramientas para que crezca.

 

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