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Expertos evalúan el Año del Emprendimiento

Pronto a culminar este año, denominado como del Emprendimiento por el Presidente Sebastián Piñera, diversos especialistas analizan sus principales hitos y rescatan lo que creen fue lo más destacado. Hay coincidencia en mencionar importantes avances, como nuevas leyes para abrir empresas de forma más expedita y menos burocrática. Sin embargo, advierten, quedan algunas tareas pendientes.

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En este año rescato que las políticas públicas relacionadas con el emprendimiento tengan una mirada de largo plazo y no se esté pensando en cortar cintas para la galería.

Si tomamos en cuenta las palabras del Vicepresidente ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, este año fue un rotundo éxito para los emprendedores. Según las cifras oficiales, nuestro país logró cumplir la meta de crear 100.000 nuevos emprendimientos, que era un objetivo para los cuatro años de gobierno, en tanto que los programas de apoyo, como Capital Semilla, se han cuadruplicado en número de postulantes.

El subsecretario de Economía, Tomás Flores, explica que este año se impulsaron importantes facilidades para emprender, como la eliminación de la burocracia para conformar una sociedad. Sin embargo, advierte que no se saca nada con quedarnos sólo en agilizar la iniciación de las empresas si después es muy difícil mantenerse. Por eso explica que Corfo juega un rol importante a través del programa de garantía que entrega a las pymes, para que les sea más fácil obtener créditos de parte del sistema financiero. Asimismo, señala que se requiere mejorar la coordinación entre las distintas agencias creadas para apoyar a las pymes y actuar de manera más relacionada entre los programas que tienen instituciones como el Fosis, Sercotec y Corfo.

Lo que revelan las autoridades hace pensar en que pese a lo que queda por avanzar, las señales son promisorias. Pero ¿qué dicen los especialistas a la hora de evaluar este Año del Emprendimiento? En general, existe un amplio consenso para señalar que desde los sectores público y privado se han dado importantes avances. Pero claro, todavía la distancia es mucha para hablar de Chile como un país emprendedor. Razones culturales resuenan como factores que inhiben un mayor desarrollo.

Javier Salcedo, gerente general del Club de Innovación, destaca el hecho que las políticas públicas relacionadas con el emprendimiento tengan una mirada más a largo plazo y que no se esté pensando en “cortar cintas para la galería”, sino que el foco esté en desarrollar iniciativas que perduren, como la nueva Ley de I+D, el acercamiento de lo que significa emprender hacia el público común que mucho no entiende de sobre esto, además de nuevos cuerpos legales que permiten abrir y cerrar más rápido las empresas.

Cristián López, director ejecutivo de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), destaca que este año coincidió que fuera denominado el Año del Emprendimiento con el desarrollo y consolidación de Asech, que agrupa a los emprendedores del país y que hoy tiene presencia en todas las regiones del país. “Es una feliz casualidad que este 2012 los emprendedores del país se hayan consolidado ante la opinión pública justo el año del emprendimiento. Para los emprendedores ha sido un año positivo, aunque quizás no todas las expectativas se cumplieron y quedan tareas pendientes, como “avanzar en que la banca entienda mejor el rol que juegan los emprendedores en el desarrollo del país”.

En tanto, Marcos Rivas, director de Proyectos de Emprendimiento & Innovación de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información, ACTI, siente que tras el anuncio que este sería el Año del Emprendimiento, se abrirían nuevas oportunidades y herramientas para emprender, pero que desde la ACTI se quedaron con la sensación que esto “pintaba para más” y que ven que persisten los mismos problema para emprender y que la burocracia de es una barrera muy difícil de superar, en especial cuando se trata de lidiar con los municipios, el Servicio de Impuestos Internos (SII) o los engorrosos trámites con los conservadores y notarios”.

Agustín Villena, experto en métodos ágiles para emprender, fundador de la comunidad ChileÁgil, también destaca la irrupción de diversas entidades en el ecosistema emprendedor, como Asech, SocialLab,  Fundación Ciudadano Inteligente y Poderopedia. Además, cree muy importante mantener y potenciar el ecosistema renovado de emprendimiento y que sea “más vital,  interrelacionado y multicutural”.

El turno del sector privado
Como contrapartida a la labor que se hace desde la esfera pública, Marcos Rivas piensa que el sector privado está al debe en la materia, y que Chile todavía no es un país de oportunidades. Al respecto, opina que no existen los suficientes incentivos para que en nuestro país haya una mayor presencia de dos actores que considera fundamentales para el apoyo al emprendimiento: los capitales ángeles e inversionistas de riesgo. “Así como el Programa Startup ha sido exitoso y ha traído a nuestro país gran cantidad de emprendedores de afuera, que aportan con sus experiencias, ¿por qué no es posible la existencia de nuevos programas que incentive la presencia de nuevos fondos de inversión que apoyen el emprendimiento?”.

En la misma línea, el gerente del Club de la Innovación cree que es el turno del resto de los agentes del ecosistema para promover nuevas acciones que fortalezcan el emprendimiento, porque “no todo debe venir desde el Estado”. Explica que los dueños de los capitales que tienen la capacidad de ayudar al emprendimiento, siempre prefieren lo conocido para invertir y tienden a mirar con mucha distancia la posibilidad de poner recursos donde haya riesgo. “Aunque el próximo año es el de la Innovación, creo que viene el tiempo de los fondos de inversión, que desde el año pasado viene muy fuerte en nuestro y se trata de una necesidad urgente para nuestro ecosistema”. A su vez, el representante de ACTI dice que si los grandes capitales destinaran sólo un poco de su porfolio a promover proyectos de emprendedores locales, se generaría gran impacto en el entorno emprendedor. “Que destinen apenas un 1% de sus grandes utilidades, redundaría en un importante apoyo a los que tienen buenas ideas, pero que no cuentan con la forma de llevar adelante dichos proyectos”, dice Marcos Rivas.

Desde una óptica similar, Cristián López piensa que en este año los emprendedores se han dado cuenta que el verdadero espíritu emprendedor no requiere del Estado para sacar adelante los proyectos y rescata la importancia de la articulación de redes desde el mundo privado para fortalecer al emprendimiento. “Es imprescindible que los que quieren emprender, se organicen, toquen puertas, se validen ellos mismos y sean capaces de forjar sus propios caminos. Creo que es una de las lecciones importantes que nos deja este año del emprendimiento”, dice. Al respecto, Salcedo dice que estamos frente a un proceso paulatino, de lento andar y cuyos resultados no se pueden esperar en el corto plazo. “No podemos esperar que de un día para otro, en nuestro país se convierta en un paraíso del emprendimiento, donde todos entiendan de qué se trata, pero sí es posible ir abriendo espacios en el mediano plazo”.

Mirando hacia atrás, el gerente del Club de la Innovación siente que se dieron importantes pasos en la promoción del emprendimiento. “Hace 5 años el emprendimiento en Chile era muy bajo, en especial el digital, en cambio hoy, vemos que se avanzó en el encadenamiento del ecosistema, que si bien no es el ideal, presenta importantes grados de interrelación entre las universidades y empresas en la toma de decisiones en relación al emprendimiento. No obstante, Marcos Rivas, advierte que aún persiste una importante distancia entre parte del mundo académico con el empresarial, pues cree ver que ambos todavía tienen el foco cada uno en sus propias preocupaciones, que distan mucho unas de otras. “Algunos centros de estudios desarrollan planes de estudios y cursos que pueden estar muy bien en la teoría, pero que están muy lejos de las necesidades concretas de las empresas”.

Advierte Villena sobre lo problemático que resulta para el desarrollo del emprendimiento el hecho que, según él, no existe real interés del capital chileno por la innovación tecnológica porque su propia riqueza ha sido generada con herramientas comunes, como la venta al por mayor,  explotación de recursos naturales, finanzas. Y que eso no cambió en este Año del Emprendimiento. Además, explica que no visualiza la existencia de verdaderos lugares de formación en innovación, “que integren en proyectos colaborativos habilidades como el diseño, tecnología y negocio”.

El rol del Estado
En relación a los aportes que el Estado hizo durante este año, Javier Salcedo destaca la consolidación de herramientas como el portal ChileAtiende, que representa una importante plataforma para los emprendedores por parte del Estado. También subraya la labor de Startup Chile “que ha sido muy relevante y que se trata de un programa que no es igual a cuando partió hace unos años, reconocido desde el extranjero, que ha ido mucho más lejos para promover el emprendimiento”. Distinto piensa Marco Rivas, quien cree que algunos de los organismos del Estado “se quedaron dormidos en los laureles”, en especial por el éxito del programa Start-Up Chile. “Aunque rescato la constante preocupación del Estado, que se traduce en la implementación de programas como Capital Semilla y otros, tiendo a ver que hubo mucho ruido y pocas nueces y que falta mucho por hacer, en especial en lo relativo a atraer fondos de inversión al país”, dice.

De igual forma, Rivas advierte ciertos rasgos de elitismo en quienes pueden acceder a los capitales para emprender, porque considera que no todos tienen las redes y contactos para llegar a una primera reunión, por lo que debiera poder avanzarse en que todos los que tienen buenas ideas y proyectos tengan la posibilidad de mostrarlos a los que pueden financiarlos.

Aunque el próximo año, en términos formales ya no sea el del emprendimiento, Agustín Villena cree que queda pendiente el desafío de atraer fondos de inversión expertos a Chile. “Los emprendimientos importados por Startup Chile sirvieron para dar más roce y riqueza a nuestros emprendedores, pero falta el capital de calidad”, señala.

Hay coincidencia si en que Chile vive momentos muy especiales para dar un gran salto para ser una sociedad donde emprender sea natural. Cristián López dice que “avanzamos a pasos agigantados” en el fomento del emprendimiento, pero que también es deber de los propios emprendedores generar el necesario círculo virtuoso que solidifique lo hecho hasta ahora. Coincide con esa mirada Javier Salcedo. El experto en innovación cree que el avance del emprendimiento es lento, pero seguro en nuestro país. “Como un efecto de fichas de dominó, pero en cámara lenta”, dice.

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