COOPERACION  
PROGRAMA DE FOMENTO A LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA
Navegar por el Fontec

En sus cinco años de vida el FONTEC ha apoyado más de medio millar de proyectos, a los cuales les inyectó 38 millones de dólares.


Las empresas chilenas pueden financiar, a través de subvenciones estatales, desde un 20% a un 50% de las inversiones necesarias para hacer innovación, crear infraestructura o realizar transferencias de tecnologías.

¿Se trata de promesas débiles que esconden una tonelada de exigencias capaces de asustar al más valiente? Nada de eso, según puede concluirse de la información que entrega el Fondo Nacional para el Desarrollo Tecnológico y Productivo (FONTEC), y que es avalada por el testimonio de ejecutivos de empresas que llegaron a puerto con sus proyectos gracias al apoyo financiero de este Fondo.

Un botón de muestra: entre 1991 y agosto de 1996, el FONTEC apoyó un total de 572 proyectos, a los cuales les inyectó 38,3 millones de dólares.

A nivel mundial es bastante común que el Estado destine recursos para fomentar la innovación tecnológica en las empresas productivas. Sin embargo, lo que diferencia al Fondo chileno es su gran autonomía y el hecho de que está específicamente enfocado a la satisfacción de la demanda de las empresas del sector productivo. En ese sentido, es innovador en sí mismo, en sus fines, en sus procedimientos y en su estructura.

El FONTEC funciona bajo la modalidad de ventanilla abierta, lo que significa que atiende directamente las consultas. No hay fechas de postulación, ni concursos, ni exigencias en cuanto al tamaño de la empresa o sector productivo al que pertenezca.

No obstante, sí hay requisitos básicos que tienen que ver con la factibilidad técnica y comercial del proyecto, con la capacidad de la empresa para llevar a cabo y con su transparencia legal y financiera (sin deudas morosas). Además, la empresa debe estar en condiciones de cumplir con el porcentaje de cofinanciamiento que le corresponde, aportando dinero, recursos profesionales, bienes y servicios valorados a precios de mercado.

El Fondo reparte sus recursos en cinco líneas de proyecto: innovación tecnológica, infraestructura tecnológica, transferencia tecnológica asociativa, entidades de gestión y centros de transferencia tecnológica y estudios de preinversión para escalamiento productivo.

Los proyectos pueden ser presentados en forma individual (una sola empresa) o en forma asociativa (tres o más empresas no relacionadas). De acuerdo con el caso que se trata, los montos y porcentajes de financiamiento varían, según se explica en el cuadro.

1. INNOVACIÓN TECNOLÓGICA.

El FONTEC define los proyectos de innovación tecnológica como actividades de investigación y desarrollo de tecnologías de productos y de servicios, incluyendo modelos, prototipos y pruebas piloto de introducción al mercado. Se refiere también a estudios de prospección, tipificación y cuantificación de recursos naturales, siempre que la metodología a desarrollar o el recurso a explotar constituyan una novedad tecnológica.

Esta es la línea que mayor aceptación ha tenido en el mundo empresarial chileno, ya que se llevó más del 80% de todo el financiamiento que otorgó entre 1991 y agosto de 1996. Para buscar ejemplos, una rápida mirada.

En el catrasto de proyectos de innovación tecnológica desarrollados con apoyo del FONTEC destacan, entre otros, los siguientes: fabricación de bandejas de polietileno para almacenaje de productos alimenticios; elaboración de cadenas y accesorios para uso naval; tecnologías de conservación de piezas metálicas con uso de galvanoplastía; granulación de frutas y hortalizas deshidratadas para sopas o pastas; sistema de unión de estructuras y maderas que reemplaza a pernos, clavos y adhesivos; fabricación de mangueras de succión de cauchos para la industria pesquera; software para el manejo técnico de fichas médicas; embalaje para ajos de exportación y desarrollos de productos de turismo-aventura en la Cordillera de los Andes.

En principio, en esta línea de financiamiento cabe todo tipo de iniciativas. Y así es, siempre y cuando tras cada una de ellas haya una idea realmente innovadora y una empresa capaz de llevarla hasta la etapa de comercialización, preferentemente internacional.

La línea de innovación tecnológica incluye también un concepto desarrollo de proveedores, que consiste en el apoyo financiero a grandes empresas para que potencien tecnológicamente a proveedores de bienes y servicios que integren su cadena productiva y que estén en condiciones de desarrollar un proyecto innovativo. Este tipo de desarrollo fue impuesto por la realidad misma, ya que a menudo un proyecto de envergadura se ve frenado por la ausencia de proveedores que aseguren regularidad de entrega y condiciones fiables.

2.INFRAESTRUCTURA.

En esta línea -que busca desarrollar las capacidades de Innovación y Desarrollo al interior de las empresas- el Fondo otorga una subvención del 20% al 30% del costo total del proyecto, con un aporte máximo de 400.000 dólares.

La inversión en infraestructura habitualmente se dirige a aspectos de recursos físicos -implementación de laboratorios industriales, unidades de certificación de calidad, centros de información técnica, servicios científicos y tecnológicos varios- como al adiestramiento técnico del personal asociado al proyecto, es decir, formación y capacitación.

Curiosamente, las empresas productivas han utilizado poco esta línea de financiamiento para sus proyectos. En cinco años, se cuentan apenas quince iniciativas de infraestructura tecnológica.

La situación es altamente preocupante, porque son precisamente estos proyectos los que originarán la mayoría de las iniciativas de innovación tecnológica de las empresas en el futuro , puntualizó un alto ejecutivo de la CORFO.

Entre los pocos proyectos de infraestructura tecnológica en los que se embarcó el empresario chileno -asociado con el FONTEC -destacan un laboratorio de control de calidad y certificación de gases y líquidos, desarrollado por tres gaseras de Valparaíso; un laboratorio de control de calidad de motores reparados de corriente continua de alta potencia (uso ferrocarrilero y minero); diseño, construcción y equipamiento de un laboratorio metalúrgico para controlar la calidad de fundición de bronces y aceros; laboratorio industrial de fijación larval remota para producir moluscos bivalvos, en Viña del Mar; y una unidad de desarrollo tecnológico de nuevos procesos industriales no contaminantes.

3. TRANSFERENCIA.

Una importante proporción del mejoramiento tecnológico del sector productivo chileno obedece a importaciones de maquinarias y procesos, los cuales son luego adaptados a nuestra realidad. Sin embargo, /GESTI son pocas las empresas que rutinariamente y eficientemente llevan a cabo esta actividad como un verdadero proceso de transferencia tecnológica, a pesar de que en términos generales no es éste un procedimiento extremadamente dificultoso.

Por este motivo, el FONTEC se propone reforzar y canalizar el interés de las empresas para que, en forma organizada y asociada, ejecuten actividades para prospectar, difundir, transferir o adecuar tecnologías para mejorar los procesos de gestión y producción, mejorar la calidad y elevar la productividad.

El requisito básico es que el proyecto sea presentado en forma asociativa por no menos de cinco empresas productoras de bienes o servicios, de un mismo sector o de sectores afines.

Hay dos variantes en esta línea de financiamiento. Una de ellas la constituyen las Misiones Tecnológicas al Extranjero (ver artículo Por el Mundo con los ojos abiertos) , a fin de conocer las tecnológias más adecuadas y/o avanzadas en uso o en etapa de desarrollo.

El obligado intercambio de comentarios y la convivencia lleva a empresarios, ejecutivos y técnicos de empresas diversas -y muchas veces competidoras- a comprender que el mercado internacional es tan gigantesco que mejor convendría comenzar a probar incursiones conjuntas.

La segunda variante es la contratación de expertos o consultorías de nivel internacional en tecnologías y procesos productivos altamente especializados.

En este caso, el número de empresas beneficiarias debe ser por lo menos tres, y se les otorga una subvención de hasta un 50% del costo total del proyecto, con un aporte máximo de 100.000 dólares, siempre que el monto de subvención por empresa participante no supere los 25.000 dólares.

4. GESTION ASOCIATIVA.

Con esta línea, el FONTEC intenta que los empresarios de un mismo sector productivo se agrupen y resuelvan sus necesidades de desarrollo tecnológico con un centro o instituto generado por ellos mismos, para hacer frente a las demandas de un mercado altamente competitivo.

El proyecto debe ser propuesto por al menos cinco empresas no relacionadas (es decir, una misma persona natural o jurídica no debe controlar más del 25% del capital de cada una de ellas).

Esta subvención financia ítemes como obras civiles, construcción, instalación y montaje de infraestructura; adquisición de bienes de capital de carácter científico y tecnológico; equipamiento para investigación y desarrollo; gastos de vinculación o articulación entre demanda y oferta tecnológica; gastos generales de administración; servicios, materiales y otros bienes fungibles; costo de gestión de la transferencia tecnológica; entrenamiento técnico de los recursos humanos y gastos de operación hasta por los dos primeros años, asociados al funcionamiento del centro.

Hasta ahora el FONTEC ha ayudado a poner en marcha sólo dos centros de transferencia tecnológica: el Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), en la Región de Los Lagos, con 45 empresas integrantes y un costo total de 208.000 dólares; y el Instituto Tecnológico del Calzado (ITC), en Santiago (ver recuadro). En reciente operación se encuentra el Centro de Productividad Industrial (Cepri), con sede en Santiago y constituido por doce empresas y nueve asociaciones gremiales (ASEXMA y ASIMET, entre ellas) que representan aproximadamente 200 empresas. El costo total de este proyecto será de 375.000 dólares.

5. ESTUDIOS DE PREINVERSION.

Antes de introducir a escala comercial o industrial una innovación tecnológica hay que tener un razonable grado de certeza de que ésta tendrá éxito.

Por tanto, no queda más remedio que realizar lo que técnicamente se conoce como estudios de preinversión.

Dado que la mayoría de las veces las empresas deben contratar servicios externos, el Fondo contempla una subvención de hasta el 50% del valor del aporte máximo de 15.000 dólares.

Sin embargo, existe la convicción de que llegará a ser herramienta importante para asegurar que proyectos innovativos exitosos sean capaces de generar impactos significativos a nivel regional o nacional en los ámbitos productivos, económicos o de apertura de nuevos mercados.

Muchas pequeñas y medianas industrias podrían ser buenas postulantes a un financiamiento del Fontec, pero no tienen experiencia en la formulación de proyectos. Para estos casos la Corfo dispone de los SUAF (Subsidio a la Asistencia Financiera), que sirven para que los empresarios contraten consultores que les brindarán asesoría especializada en la formulación de dichos proyectos. El requisito principal es acreditar ventas menores a 100.000 UF y el subsidio que pueden recibir será de máximo 100 UF.

Un problema del sistema financiero chileno es que no apoya proyectos de inversión productiva con alto contenido innovativo, ya que los considera muy riesgosos. Por eso el Fontec hace una certificación de elegibilidad para que, si la Corfo también lo considera adecuado, ésta otorgue una Caución Solidaria que le pueda ayudar a abrir las puertas de los bancos, sociedades financieras, empresas de leasing o fondos de inversión.

UNA MIRADA EXPERTA

Una mirada objetiva y especializada sobre el FONTEC la proporciona la empresa Invertec GT, quien a mediados de 1995 efectuó una evaluación de la gestión hasta ese momento realizada por el Fondo.

Esta evaluación, que fue encargada por el BID y la Secretaría Ejecutiva del Programa para medir el desempeño de este Fondo, se basó en una gran cantidad de información obtenida directamente de empresarios y ejecutivos de los proyectos, incluyendo algunos rechazados.

De las recomendaciones y conclusiones emanadas, cabe destacar las siguientes:

1. Definitivamente debe hacer mucha más difusión acerca de su existencia y lo que ofrece.

2. No debe concentrarse tanto en las pequeñas innovadoras, que gastan ya en I&D sin necesitar al Fontec. Hay que mirar más a las empresas medianas.

3. Algunos proyectos aprobados son notorios por su ausencia de búsqueda de información técnica y de mercado previas a su aprobación, la cual quizás no debiera haberse producido.

4. Se hace necesario cuidar más el proceso de rechazo de solicitudes y convertirlas en un proceso de aprendizaje.

 

SE HACE CAMINO AL ANDAR

El Instituto Tecnológico del Calzado (ITC) usa en sus folletos promocionales un grito de alerta: Ya partió el tren del ITC.

Y la verdad es que este centro de transferencia tecnológica -cuya puesta en marcha implicó un desembolso de 212.000 dólares, de los cuales el FONTEC apartó 162.000 dólares-partió rápido hace dos años y muchos empresarios se han quedado abajo. Lo que significa para ellos que sólo podrán vender sus zapatos en el mercado nacional. Y con crecientes dificultades.

Entre los que van arriba del tren -y tienen capacidad para generar diseño y una calidad de exportación- están Cardinale, Tom y Jerry, Dolphito, Puma, Guante, Mingo, Diadora y Adidas, por nombrar algunas de las 19 empresas que constituyen y financian este Instituto. Dieter Braüer, experto alemán en diseño y elaboración industrial de calzados y gerente técnico del ITC, hace un diagnóstico lapidario de este sector: Cuando llegué a Chile hice un recorrido por tiendas y malls de Santiago, junto con uno de los más famosos diseñadores italianos de calzado.

Pudimos ver, en una misma vitrina, zapatos de recién terminada la Segunda Guerra Mundial junto a producción de los años ´70 y ¡modelos que están programados para salir la próxima temporada! Es obvio que algún empresario emprendedor tomó fotos en Europa y se las entregó al modelista de su fábrica, el cual copió lo mejor que pudo. Y como primero hicieron el zapato y después comenzaron a fabricar las hormas, los resultados son de mala calidad, cuenta.

Asegura que visitó a los grandes proveedores y lo que vio desarma al más pintado. Los fabricantes de cuero tienen una calidad muy irrregular, los de hormas fabrican modelos que no sirven para producir calzado de exportación y en el rubro de accesorios la pobreza es tal que pareciera ser que en todo el país y en todos los modelos la hebilla es la misma.

 

 
Revista Correo de la Innovación.
Copyright © 1997
LA UNION HACE LA FUERZA
Tramo Costo total del tramo (US$) 1 empresa 3 ó más empresas
1 Hasta 100.000 50% 50%
2 100.001 a 300.000 40% 40%
3 300.001 a 500.000 20% 30%
4 500.001 a 1.000.000 0% 20%

 

QUIÉN ES QUIÉN EN EL FONTEC

FONTEC funciona jurídicamente bajo la figura de un Comité de la CORFO costituido por: - Tomás Vial Vial. Presidente del Comité y Gerente de la División de Fomento y Desarrollo Productivo de la CORFO.

- Claudio Maggi Campos. Gerente de Fomento de la CORFO.

- Alvaro Díaz. Secretario Ejecutivo del Programa de Ciencia y Tecnología, representante del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.

- Rafael Lorenzini. Profesional designado por el Ministerio de Economía. A cargo del Departamento de Propiedad Industrial de ese Ministerio.

- Claudio Juárez. Profesional designado por el Ministerio de Hacienda.

- Jorge Arias. Representante de la Confederación de la Pequeña Industria y el Artesanado (CONUPIA).

- Tadashi Asahi Senda. Representante de la Confederación de la Producción y el Comercio.

- Fernando Agüero Garcés. Representante de la Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA).

 

LOS OTROS FONDOS

FONSIP

Fondo para Programas y Proyectos de Servicio e Interés Público (FONSIP), nació en 1995 al amparo de la CORFO. Lo que diferencia a este Fondo del FONTEC y del FONDEF es que expresa concretamente la voluntad del Estado para definir los temas y áreas donde el país necesita reforzar sus capacidades de innovación tecnológica y, en segundo lugar, para aplicar los estímulos necesarios a fin de incentivar a empresarios e instituciones de investigación.

Inicialmente el Fondo realizó dos concursos en los que participaron exclusivamente los institutos de la Corporación de Fomento.

Para el período 1995/97 se aprobaron 50 proyectos que totalizaron 7.271.

millones de pesos, y que fueron asignados al Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), el Instituto Forestal (INFOR), el Instituto Nacional de Normalización (INN) y el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (INTEC).

En una segunda etapa, el Fondo se ha propuesto financiar proyectos de cualquier instituto o centro tecnológico público o privado, con exclusión de la universidades, por lo que ya inició el llamado a licitación abierta.

FONDEF

Fondo de Fomento a la Investigación científica y tecnológica (FONDEF), fue creado en 1991 con el propósito de acercar el mundo productivo al quehacer universitario en las áreas de investigación científica y tecnológica.

Bajo el supuesto -ampliamente demostrado en países desarrollados- de que es posible hacer investigación de muy alto nivel sin perder de vista las aplicaciones productivas de los resultados, el FONDEF ha financiado a la fecha 99 proyectos, haciendo aportaciones por 60,7 millones de dólares. A su vez las universidades e instituciones de investigación han desembolsado otros 53,7 millones de dólares para cofinanciar dichos proyectos, en tanto que las empresas privadas han aportado otros 18,1 millones de dólares.

EL FONDEF financia prioritariamente proyectos en las áreas agropecuarias, forestal, informática, manufacturas, minería y pesca. Para los científicos chilenos, el FONDEF es un empleador de primera importancia. En efecto, casi la tercera parte de estos profesionales trabajan en proyectos cofinanciados por este Fondo.