La primera opinión de este biólogo sobre el libro "Un Puente Para Dos Miradas" es rápida: "Muy interesante, es un bonito libro". Lo recomienda, porque piensa que todo científico debería interesarse siempre en conocer distintas visiones explicativas del mundo, relacionadas con la experiencia humana, con su explicación y comprensión, ámbito central para los científicos.

También considera interesantes la tradición y pensamiento budistas, especialmente porque no se centran en una visión religiosa o mística de un modo trascendente, sino que buscan entender lo humano "desde el fluir de la experiencia humana", creando condiciones de entendimiento que hagan la vida más satisfactoria y alejándola del sufrimiento.

Sin embargo, no cree que existan semejanzas entre el pensar de la conciencia occidental y el de la conciencia budista. "Lo que ocurre es que, desde las prácticas experienciales, existen distintos niveles de conciencia -que en el budismo son reconocidos y cultivados a través de la meditación con el propósito de lograr el desapego- que en Occidente apenas estamos redescubriendo. Pero no creo que haya una coincidencia con respecto a lo que puede entenderse como conciencia en ambos casos".

Señala que para hacer una comparación, es necesario ponerse de acuerdo sobre de qué se está hablando y qué entiende cada uno por conciencia.

"Pero en el libro no se explica qué es la conciencia, ni del punto de vista budista ni desde la ciencia. Y lo que comparan es el espacio experiencial. Entonces, la conexión, donde ambos han investigado, es el manejo de la experiencia. ¿Cómo explico esta experiencia y cómo relaciono esta experiencia con otras? Pero, personalmente, creo que existen concepciones distintas de este fenómeno".

Para Maturana, no es posible tener un acercamiento de la concepción de la conciencia porque las orientaciones que mueven las definiciones en ambos casos son distintas: en el budismo la orientación es la liberación del sufrimiento; en la ciencia occidental, la intención es el explicar.

"La preocupación del budismo no es explicar, sino generar prácticas que liberan el apego, el sufrimiento. En cambio el científico, si bien como persona puede estar interesado en el budismo, en su quehacer científico busca explicar, no generar acciones que lo liberen del sufrimiento. Y estas orientaciones generan a la larga distintos conceptos de la conciencia".

¿Por qué, entonces, se busca construir un puente? Maturana piensa que en este caso es decisivo el hecho de que todos los científicos que participan de la experiencia sean cercanos al budismo. Ello, a su juicio, los hace 'querer lograr' un encuentro, al igual que el Dalai Lama. Y esa voluntad, opina, orienta la conversación.

"Creo que no existen limitaciones para explicar lo que es la conciencia; existen muchas orientaciones teóricas que hacen que el pensamiento se vaya en una dirección o en la otra. Si pienso que la conciencia es el resultado de ciertas actividades moleculares, mi intento explicativo va a ir hacia ese lado; si creo que la conciencia es el resultado de operar en el lenguaje, y que los seres que operan en el lenguaje son aquéllos que pueden hablar de conciencia de sí mismos, buscaré en otra dirección".

Por eso, para el biólogo, la explicación de un fenómeno depende del fenómeno que uno quiere explicar: Las distintas visiones generan distintos caminos.

¿Es posible confrontar explicaciones si éstas responden a priori a objetivos distintos? "De ninguna manera. Y en este libro no hay confrontación, sino puente. Un puente es un intento de confluencia, de conciliar si es posible. Y pienso que se intenta conciliar cosas muy distintas. Yo puedo conocer el budismo y seguro me pasan cosas en ese proceso que me harán cambiar las preguntas que me haga como científico, pero no cambiarán mi metodología del explicar científico. Pueden cambiar las preguntas que me hago como científico, porque éstas no dependen de la ciencia sino de uno. Pero no veo un nexo directo entre una explicación y otra del fenómeno".

"No sé si algunos de estos científicos encontraron conexiones entre ambos pensamientos, quizás había quienes ya estaban en conexión, no sé si los lectores verán las conexiones.

Probablemente verán parecidos, por eso se llama Un Puente para Dos Miradas".

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