Hernán Cheyre, vicepresidente Ejecutivo de Corfo:

“La innovación significa mejorar la calidad de vida de la gente”

Con el objetivo de convertir a Chile en un referente en innovación en la región, el 14 de enero el gobierno lanzó el Año de la Innovación, lapso en el que Corfo cumplirá un papel fundamental de coordinación de las múltiples actividades programadas, en la que el sector público destinará la inédita suma de US$ 1.000 millones.

Sin Comentarios

Hernán Cheyre, vicepresidente Ejecutivo de Corfo: "Si logramos remecer las mentes y.en algún grado, cambiar culturalmente cómo la gente enfrenta la innovación, habremos dado un paso muy grande".

A lo grande. Así se imagina que puede ser el Año de la Innovación para nuestro país el vicepresidente Ejecutivo de Corfo, Hernán Cheyre, quien lo define como algo mucho más amplio y profundo que la suma de actividades y proyectos programados. Apunta a que se produzca un cambio de “switch” en la gente, para que comprenda que la innovación la tiene mucho más cerca de lo que imagina.

En conversación con Innovación.cl, Cheyre, que fue mandatado por el Presidente Piñera para coordinar los esfuerzos del Estado en este Año de la Innovación, cuenta sus expectativas y anhelos para este año, en el que cree que Chile se juega un trascendental desafío.

-¿Con qué expectativa comienzan este año?
Empezamos este año con una tremenda expectativa porque, luego del excelente Año del Emprendimiento que tuvimos, el paso natural es pasar a un año donde la innovación sea la protagonista. Durante 2012 se crearon 67.000 nuevas empresas y cuando uno ve que las pequeñas empresas son las más dinámicas y las que mayor cantidad de empleo crean, nos damos cuenta que estos nuevos emprendimientos apoyan de manera importante al crecimiento económico. En un escenario de buena performance económica, si queremos mantener los favorables índices, es indispensable echar mano a la innovación, que va muy de la mano con el desarrollo económico. Por eso, hablamos de la necesidad que tiene el país de cambiar el switch mental de la gente y hacerle ver que la innovación es importante.

-¿De qué se trata este Año de la Innovación?
Este año, más que un conjunto de iniciativas que pueda destacar o de importantes presupuestos, que los hay, lo que resalta es que detrás hay una invitación a los chilenos a pensar el país con el cual sueñan, se atrevan a proponer cosas nuevas y le pierdan el miedo a la palabra innovación. Término que muchas veces asusta y se ve muy lejano. Pero si la gente se da cuenta que la innovación es algo tan simple como entregar una solución distinta a un problema cotidiano y que beneficia a muchas personas, podrán darse cuenta que la innovación sucede todos los días y en muchos lugares.

Nuestra meta es “bajar” la innovación a la gente común e invitarlas a que participen en esta aventura de innovar. Hay cabida para la innovación en todos los ámbitos.

-¿Cree que el público general nota cuando se desarrolla innovación?
Absolutamente, aunque quizás no sepa que lo que tiene frente a sus ojos se trata de innovación. Por ejemplo, la plataforma ChileAtiende constituye un gran ejemplo de innovación, que le ayuda a la gente a tener una mejor calidad de vida, al reducir los tiempos de los trámites, permitir realizar tramites y comprar bonos de Fonasa a la gente que vive en zonas más extremas, constituye una tremenda innovación que ahorra costos y mejora la calidad de vida de la gente, que es algo muy importante. En ese sentido, la innovación no se trata sólo de mejorar índices de productividad y frías cifras macroeconómicas o de crecimiento. Se trata de lograr una mejor calidad de vida para las personas. Y es parte del gran cambio cultural que queremos promover este año.

-¿Por qué se decidió hacer primero un Año del Emprendimiento y luego otro de la Innovación?
Si uno cree –como es mi caso- que el motor del crecimiento económico está basado en el desarrollo de los agentes privados y la creatividad de las personas, uno tiene que dar las libertades para que la gente promueva sus capacidades creadoras, lo que se traduce en nuevos emprendimiento. Pero junto con todo eso, la innovación supone una acción posterior, destinada a mejorar estos emprendimientos, que en muchos casos va de la mano, porque el emprendimiento es innovador, aunque también uno puede emprender sin innovar. La idea es que ambos se vean como un parte de lo mismo.

-¿Cómo se va a involucrar el Estado en este esfuerzo?
Desde que el Presidente me encargara coordinar este proceso, comenzamos a contactar a todas las reparticiones públicas para explicarles el sentido de este Año de la Innovación y para preguntarles cuáles proyectos son los que tenían en carpeta que podrían caber en el ámbito de lo que entendemos como innovación. Y así transmitir un mensaje potente a todos por igual: que asocien sus procesos al Año de la Innovación. En estas pocas semanas tenemos ya más de 100 iniciativas, las que probablemente no las tenían catalogados como innovaciones, pero sí las llevaban adelante porque creían que era importante para ellos.
Asimismo, el logo de ImaginaChile va a estar presente en todos los edificios públicos, para que la gente asocie la innovación como parte de su día a día.

-¿Cómo se va a traducir el esfuerzo del Estado para promover la innovación en materia presupuestaria?
El esfuerzo de todo el sector público para este año gira en torno a los US$ 1.000 millones. Monto que no agrupa a sólo un grupo de programas y proyecto, sino que a la suma de lo esfuerzos de todo el sector público. Es la cifra más alta que se ha destinado en el sector público en temas de innovación en nuestra historia. Respecto del año pasado, el aumento de un 8,9%. Considerando que el presupuesto público global va a crecer en torno al 4,85 y 5.0%, en este ámbito el incremento es el doble, lo que representa una señal concreta del compromiso del gobierno con la innovación.

-¿En qué medida puede apoyar el sector privado este importante esfuerzo que hará el Estado?
En septiembre del año pasado entró en vigencia la nueva ley de incentivo tributario a la I+D. Sólo durante los primeros tres meses postularon 16 proyectos, por un monto en recursos que mostraba el doble de lo que tenía la ley en su versión anterior. Lo que demuestra que el interés por utilizar esta herramienta es muy alto y quieren invertir en I+D. Nos parece un instrumento muy eficaz para ello.

No nos equivocamos cuando propusimos hacer las modificaciones que se hicieron a esta ley y propiciar que se realicen actividades de I+D al interior de las empresas y no sólo que éstas tuvieran que contratar con terceros este tipo de actividades. Además, hay una importante presencia de pymes, que, históricamente, no han hecho uso de esta franquicia. Incluso hay casos de algunas con menos de un año de vida, lo que nos dice que el mensaje que quiso transmitirse, les llegó.

-No obstante, Chile aún tiene terreno por avanzar. Los índices de inversión en I+D dejan mucho que desear, ¿no?
El 0,4% del PIB que se invierte en I+D en Chile, es una muestra clara de las falencias que tenemos como país. Si uno revisa todos los rankings internacionales, va a constatar que Chile lidera todos aquellos referidos al crecimiento económico, libertad económica, bajos índices de corrupción, calidad crediticia y otros. Sin embargo, no deja de llamar la atención que cuando vemos los niveles de inversión en investigación y desarrollo, si nos comparamos con los países miembros de la OCDE, no es que estemos mal o en los lugares de más abajo. Estamos últimos.
Claramente, tenemos una seria deficiencia de la que tenemos que hacernos cargo. Chile, por un lado avanzó mucho, pero en este aspecto se quedó estancado en este elemento, que es clave para hacer que la innovación y el emprendimiento sean sostenibles en el tiempo. Este índice es el reflejo de décadas de dejación y que se relacionan con no estar al día en temas como propiedad intelectual, ley de quiebras, burocracia y muchos otros temas.

De todos modos, no queremos quedarnos analizando lo que pasó, sino que enfocarnos en el trabajo que debemos realizar hacia adelante. Los países OCDE invierten, en promedio, 2,3% del PIB y esperamos llegar a doblar la cifra del 0,4% al término del mandato del Presidente Piñera.

-¿Cómo sostener la innovación en el tiempo, más allá de este año?
Si logramos remecer las mentes y. en algún grado, cambiar culturalmente cómo la gente enfrenta la innovación, habremos dado un paso muy grande. Un aspecto que ha ayudado a que Chile no avance todo lo que quisiéramos es que tenemos una institucionalidad que no es la más adecuada. Por eso, la Comisión Asesora Presidencial en materia de Ciencia, Tecnología e Innovación (C+T+i), creada por el Presidente Piñera, que encabeza Bruno Philippi, tendrá la misión de proponer reformas a nuestra institucionalidad. También es una meta importante incorporar al mundo político a este desafío que es de todos y no sólo de un gobierno en particular. Necesitamos que la clase política vea también la relevancia que tiene la innovación para el desarrollo del país.

Sin comentarios Deja tu comentario