PIONEROS  
RESOLVER CREATIVAMENTE LOS PROBLEMAS
Innovadores Chilensis
¿Cómo se desarrolla el talento innovador? Intento de respuesta mediante el retrato de cuatro destacables chilenos: el dibujante Themo Lobos, el fotógrafo Juan Domingo Marinello, el empresario Roberto Fantuzzi y el dramaturgo Ramón Griffero. Todos desempeñan actividades muy diversas, pero tienen un rasgo en común: una fuerte dosis de creatividad que funciona como una maquinaria cuidadosamente lubricada.
Gilberto Villarroel

No importa cuán atípica sea su actividad, oficio o profesión; los innovadores comparten algunos rasgos. Son reservados a la hora de hablar de los trucos y secretos que favorecen la creación, sencillos y didácticos, interdisciplinarios, no tienen horarios y nunca rehuyen los desafíos.

Los innovadores son reacios a desplegar todas sus cartas y revelar sus preferencias.

Les agrada mantener un cierto aire de misterio, admiten que dejan espacio a las intuiciones y evitan sistematizaciones totalizantes. A la hora de hablar de sus influencias pueden parecer elusivos, quizá para evitar etiquetas, para no ser encasillados.

Son personas que parecen a punto de reinventarse a cada momento, es fácil descubrir en ellos su actitud innovadora, pero la 'chispa', el genio que los lleva a crear, parece no sólo imposible de transferir, sino también de describir.

En el trato son sencillos y claros y didácticos en sus explicaciones, a pesar de la enorme cantidad de información que manejan. Algunos más hiperkinéticos, como Roberto Fantuzzi, pueden realizar varias cosas a la vez sin distraerse.

No hacen distinciones tan claras entre la vida laboral y la personal. Parecen no tener el concepto de tiempo libre que maneja un oficinista. Themo Lobos trabaja y vive en la misma casa, cerca del mar. Y Juan Domingo Marinello convirtió la suya en la sede de Macrovista.

Como la vocación es tan fuerte, los horarios, las influencias y las ideas se entremezclan y pueden surgir en cualquier momento. Como reconoce Ramón Giffero, cuando está creando "nada es premeditado. Ahí simplemente aparece el bagaje de cada uno. En caso contrario, si todo pasara por recopilar datos, sería un 'investigador' y no un creador".

A pesar de sus fuertes personalidades, son capaces de trabajar en equipo y les atraen los enfoques interdisciplinarios. Griffero toma elementos de su formación de sociólogo y de sus estudios de cine para aplicarlos al teatro. Marinello no deja de asombrarse de las ideas y la capacidad crítica de sus estudiantes. Fantuzzi toma ideas de los seminarios a los cuales asiste y las aplica con sentido y resonancias nuevas.

Cuando abordan problemas que nadie en el mundo ha resuelto y usan la técnica de dejar que el problema hable por sí mismo, están recreando el espíritu de creadores como Albert Einstein, quien decía que "la inteligencia se alimenta más de preguntas que de respuestas".

No temen enfrentar desafíos o técnicas nuevas y tampoco el fracaso los desalienta.

Son capaces de vencer la desconfianza inicial hacia algunos avances y ponerlos a trabajar en su favor.

Por todo ello es que CORREO DE LA INNOVACIÓN se propuso conocer algo más de ese espíritu e identificar las raíces que alimentan el proceso de la creación innovadora. Como diría el dramaturgo Egon Wolff, ha sido un viaje a las 'habitaciones interiores', a los mundos secretos de estos cuatro personajes: Themo Lobos, Juan Domingo Marinello, Roberto Fantuzzi y Ramón Griffero.

 
Revista Correo de la Innovación.
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