La crisis y el imperativo de innovar

Existe amplio acuerdo que los préstamos ninjas, empréstitos a ciudadanos sin trabajo, sin ingresos y sin garantías para avalarlos, son el origen de la debacle del sistema financiero y de la crisis que vivimos en estos días. Muchas empresas están aplicando las viejas recetas para tiempos de crisis: reducir ineficiencias acumuladas, drásticas reducciones de personal y la revisión del plan de inversiones o simplemente no invertir. La primera receta siempre es buena aplicarla, dado que los aumentos de eficiencias siempre son bien recibidos (eliminar grasa y no músculo). En la misma línea, puede no ser una buena idea la desinversión en capital humano, en el cual se ha invertido mucho en prepararlos y que una vez superada la crisis, volveremos a necesitarlos. Sin embargo, el riesgo competitivo de no invertir puede ser fatal. Es muy probable que los mercados sigan volátiles por un tiempo más, pero es indudable que en el largo plazo se recuperarán. Así lo demuestran los principales índices bursátiles del mundo, los cuales llevan 5 semanas de crecimiento consecutivos. Es sabido que los buenos negocios no duran para siempre y que las rentas son muy difíciles de sustentar. Los competidores pueden aprovechar la crisis para adaptar su estrategia y lograr emerger de la crisis fortalecido. Por lo tanto, el mayor riesgo de no invertir es emerger de la crisis sin ventaja competitiva o peor aún perdiendo la que se tenía. Las empresas deben tratar de competir innovando. Las empresas más innovadoras son las que logran sortear de mejor manera las crisis que enfrentan. Muchos de los productos más innovadores se gestaron en tiempos de crisis: Du Pont lanzó el nylon en la feria mundial de Nueva York en 1939, Apple desarrolló el iPod durante la recesión de 2001 en EEUU. Durante el 2008, en las empresas innovadoras, aquellas que más gastan en I+D, los gastos de I+D se mantuvieron e incluso crecieron durante el cuarto trimestre de 2008, a pesar que en promedio los ingresos de esas compañías cayeron cerca de un 8%. Hoy es el mejor momento para Innovar, para desarrollar nuevos productos, nuevos modelos negocios, que aprovechen los nuevos escenarios que se están generando. El desafío de las empresas hoy es innovar o morir.