Comunidad

Mirada exhaustiva v/s creatividad desbordada en los nuevos emprendimientos

Imagen de Cristóbal Piñera
Cristóbal Piñera

Director del Área de Innovación de la Fundación País Digital

Columnas anteriores

La innovación en Chile ya no es un tema exclusivo de los expertos en economía o un producto de importación desde Silicon Valley, sino que ha pasado a ser parte del imaginario común de los nuevos emprendedores de nuestro país. En mis recorridos buscando emprendimientos por regiones, dentro del proyecto de scouting sub35, no ha sido difícil encontrar jóvenes con aspiraciones de alto impacto, y que en sus descripciones de negocios usen reiteradamente la palabra innovación como un valor que debe ser considerado al evaluarlos y una ventana que les permitirá diferenciarse en su carrera por despegar.

El problema yace en las muchas veces errónea vinculación que se hace entre la innovación y la "creatividad desbordada". Aclaro este término, para no ser mal interpretado, me refiero a la búsqueda de una idea genial que nace de la nada, sin ningún proceso de observación o estudio previo. Esto lo vemos reflejado especialmente en la cruzada de muchos emprendedores por encontrar un “producto extraordinario”, ignorando las otras alternativas de innovación existentes.

¿Entonces con qué nos encontramos? Con cientos de proyectos que apuntan a un producto innovador y casi milagroso, del cual no saben muy claramente su valor agregado o si tiene algún público objetivo real.

Aquí, se me viene a la cabeza la frase del gran golfista Gary Player, cuando le preguntan si influye la suerte en el triunfo. Él responde: “Sí, pero me he dado cuenta que mientras más practico más suerte tengo".  Es decir, una buena idea no es suficiente, sino que es el mínimo que se espera de los nuevos emprendedores. Si esta idea no va acompañada de un estudio serio de su contexto es muy probable que sólo quede en eso, una idea.

Es bueno, y más aún necesario, buscar ideas creativas que se puedan aplicar a los nuevos emprendimientos. Pero esto, debe ir asociado a una mirada exhaustiva del mercado, a los procesos, al propio modelo de negocios para buscar donde esta idea creativa, si es en un producto innovador, en el modelo de negocio, en la estrategia de marketing, etc.

De este modo, quizás nos demoraremos más en inventar la panacea milagrosa, pero estaremos incluyendo la innovación de una manera más sustentable en los nuevos emprendimientos, que son hoy una de las rocas fundamentales del futuro de nuestra economía.
 

Fecha : 
26 julio, 2010

Sobre la innovación

Creo que esto tiene bastante relación con lo que decía el gerente de Momento Cero en un chat de este mismo sitio "cuando se emprende, nadie te tiene que ayudar"; pero todos los emprendedores piensan lo contrario, por lo tanto van tras de aquella idea que se va a ganar todos los fondos y capitales del mundo y por eso se enfocan tanto en la innovación más que en las otras cosas.

Al menos eso es lo que yo veo al trabajar con jóvenes: parten primero por el financiamiento: dónde está la plata. Como la plata está en lo nuevo, y así lo han planteado casi todos los instrumentos de fomento que conocemos, se pierden en los laberintos de la idea que no existe y la mayoría nunca logra dar con nada que pueda probarse efectivo en el mundo de las necesidades de la gente.

Creo que el sistema de promoción del emprendimiento es lo que sustenta esta visión sesgada. Pensemos en proyectos destacados: siempre es aquél que o copió una idea de afuera que no existía en Chile o que es de frentón una innovación por entero. Y eso es genial, sin duda, pero hace que haya un enfoque tendiente hacia y un premio constante a la innovación mal entendida, que es creer que se innova sólo cuando se está ante lo netamente nuevo.

Pocas veces alguien dice: premiemos o destaquemos este producto o servicio que no es para nada nuevo, pero cuyo valor agregado X lo es.

En fin, al grano: el sistema mismo es el que sustenta que los jóvenes vayan detrás de esa idea del millón de dólares y se pierdan en esta búsqueda (pues uno lo logrará, si es que) en vez de buscar el perfeccionamiento de algunos productos o servicios que ya existen a través de la introducción de innovación en alguna de sus etapas. Si abriéramos un poco más los ojos hacia esto, además de lo otro, tendríamos, primero, una cultura del emprendimiento más variada, más amplia y más atractiva; y emprendedores más creativos y efectivos que no sólo sean soñadores en busca de la quinta pata del gato.

Saludos.