Dentro de cada organización hay innovadores innatos que, sin saberlo, día a día innovan en sus prácticas laborales generando valor a la empresa. Estas son personas que están constantemente buscando mejores maneras de hacer su trabajo, y con un espíritu creativo personal que les permite dar con soluciones mejores que las actuales. Generalmente este valor pasa desapercibido ya que son innovaciones microscópicas principalmente focalizadas en procedimientos personales o de pequeños grupos.
Lo que no nos damos cuenta, es que muchas veces este valor es escalable y puede adquirir una dimensión interesante si tan sólo pudiéramos socializarlo al resto de la organización. Socialización que no es sólo difusión, sino motivación, culturización e implementación. Incluso podrían surgir mejoras específicas para otras áreas en particular, y el valor se multiplicaría a lo largo de la empresa.
La argumentación anterior es para detenerme en el rol del mal llamado "Innovation Man". Me he encontrado en varias conversaciones donde empresas se jactan de estar a la vanguardia en innovación sólo para ver que detrás de ello existe un único mandato a una persona respecto a "innovar".

La innovación no es patrimonio de una sola persona, o de un área dentro de una empresa. De esa manera se ahoga todo emprendimiento corporativo al poner la responsabilidad de innovar dentro de una muralla corporativa. El foco debe estar en que esa figura corporativa debe responder no hacia la innovación misma, sino hacia la gestión de ésta. Volviendo al ejemplo, ésta área o persona debe ser capaz de fomentar que todos dentro de la empresa sientan que tienen la capacidad de innovar, y que hay un sistema donde su aporte es valorado por la empresa. Se debe implementar una cultura de la innovación, alinear incentivos y difundir los casos de éxito. Todo lo anterior debe ser correctamente gestionado para garantizar su éxito, como todo proceso. Si fomentamos tanto la creatividad como el esfuerzo de manera transversal podremos dejar en claro que la innovación es patrimonio de toda la compañía, y que el "Innovation Man" es sólo el mensajero.