Atreverse para emprender.
Hace unos días conocí a un emprendedor cuando me subí a un taxi. En el breve diálogo relativo a mi destino, me di cuenta que tenía un acento extraño. Le pregunté si era extranjero y me dijo que no, que había vivido en distintos países y que por eso ahora hablaba “extraño”, por ejemplo, pronunciando las eses (algo poco habitual para un chileno).
Cuando le conté a qué me dedicaba, comenzó a relatarme su historia como emprendedor. Hacía 6 años, andando en auto presenció un horrible accidente provocado por un auto a poca distancia del suyo.