La innovación, las creación de Pymes, el emprendimiento y el capital de riesgo, son los ingredientes clave en la creación de economías basadas en el conocimiento; prueba de ello es cómo el éxito de Silicon Valley, que ha sido replicado en Francia, Alemania, Japón y otros más. A su vez, economías de países pequeños como Israel, Irlanda, Corea del Sur, Taiwán y Singapur, con poca demanda doméstica por tecnología, han desarrollado enfoques únicos para crear conocimiento de exportación.